En esta España de simbología a conveniencia, un diplomático, un diputado, un alcalde, un empresario, un cristiano, un sindicalista, un futbolista o un tenista, van todos a pillar mejor cacho
|
|
|
| PUBLICIDAD
|
Mi profesor favorito, Cojonciano Ceropelotéz, nos aleccionaba que el Cielo estaba vacío aunque algunos intentan rellenarlo y someternos a una subasta que les brinden buenos beneficios a través de supersticiones y ocultismo. Que el Comunismo, no deja de ser una doctrina optimista…en fin…
Me propuse ser condescendiente con los demás que siempre me contaban las mismas batallitas. Ser comprensivo y solidario. Soportando/aguantando sus gritos orales y golpeos en la mesa cuando hablaban dejando patente de lo cojonudo que eran y que echábamos de menos a hombres como él con ese talante. Dejar en la mochila dos años odiando a toda persona que se cruzaba conmigo entre ellos, este ejemplar. Me propuse cambiar y en lo que va de año, no he conseguido nada.
Siguen en lo mismo satisfaciendo mis auspicios que la burra, por lo regular, siempre vuelve al trigo. Es como conformar y ratificar, en otro panorama, el regreso de este goteo constante del machismo recalcitrante. Por lo visto, todavía no han decidido en aunarse en un Partido Político donde no habría otro más compacto y unitario: Batallas de fuerza ejerciendo su dominio de dueño de voluntades y juzgados complacientes.
(Ahora, cambio mi intención y “meto algo” en que nada tiene que ver con el inicio. Sólo se trata de que dignifiquéis/reconozcáis mi forma y “habilidad” de empezar con un tema y rellenarlo con otro. “No quiero aplausos sino comprensión”…- que decía Fraga Iribarne)
En esta España de simbología a conveniencia, un diplomático, un diputado, un alcalde, un empresario, un cristiano, un sindicalista, un futbolista o un tenista, van todos a pillar mejor cacho, Cada uno en su utopía soñada. No hay nadie sumergido en la literatura porque en la vida real, donde tengas que dar cuentas, hay asno que soporta el palo pero no tanta zanahoria.
Desde mi paraíso llamado Carboneras donde no existe fueros ni personas donde tenga que dar cuenta de lo que hace si su dedicación no es al bien común, me explayo y significo lo poco que crecemos. (Cuatro a defender nuestra Cementera pero cientos reclamando la tétrica petanca) Vegetamos pero no vivimos. Tenemos que hacer cambios y que esos cambios sean lo mejor posible. Siempre pensando de que del turismo solo vivimos dos meses. El resto, del año, no los pasamos en comunión diaria con nuestros convecinos cuyas batallas, ya están olvidadas y hasta conocemos sus damnificados.
Nuestros propósitos siempre tienen que ser de mejoras. No hay ataduras emocionales en que nunca han dado resultados. No voy a encuadrar el programa de fracasos que nos ha llevado hasta aquí. Nuestros pescadores, con grilletes maniatando sus manos restringiendo sus faenas que conocen mejor las redes y palangres que los adoquines de la calle Sorbas. Muchas familias nuestras de vecinos dependen de ellos. Familias que están sujetas a lo que ellos pescan.
Serían interminables los fracasos y proyectos no culminados de nuestros Ediles, pero el panorama, no es idílico pero ideal para que nuestra juventud tenga que emigrar. Que vuelven…, vuelven, porque aquí esta su familia y amigos/as carboneros pero contemplan a su pueblo, año tras año, con las mismas carencias aunque las palmeras hayan sido podadas…
No tengo promesas pero si albergo intenciones: Vine para dos meses y llevo en Carboneros 30 años. Veo a compañeros, ya jubilados de ENDESA- Teruel que quizás se han acogido a la misma tendencia de quedarse. Hemos hablado algo de tener un Tótem, una Efigie que anclada en el pueblo, signifique que están en Carboneras, el más bello pueblo del Levante Almeriense. Aupar nuestro pueblo a nivel nacional pero para ello, necesitamos estructuras. Crear riqueza en nuestro pueblo y acceder a un nivel de vida superior que no sea la apatía de que “nunca conseguiremos nada”.
“Que desde Almería, nos mira con lupa” Dejemos la imagen de grandes familias que ancestralmente, han dominado el pueblo. El pueblo, es de todos. El cambio de sillón, “con los mismos de siempre”, nos ha llevado a esta inmovilidad. Hay jóvenes carboneros preparados y responsables para preguntarle al pueblo desde la puerta del Ayuntamiento antes de decidir. Consultar al pueblo antes que nuestros ediles levanten la mano aprobando entuertos o desechando mejoras.
Había que aleccionar a nuestros dirigentes municipales de que no somos los otros: Que somos gentes del pueblo. Aquello que pagan impuestos y dan las gracias por permanecer de pie. Ahora tenemos un Alcalde joven, bien preparado y que goza de toda confianza. Alcalde que curiosamente no hay que vigilarlo como los anteriores que sufrimos sin embargo, en PODEMOS – Carboneras, siempre atento y alerta…, en continua vigilia ya que conocemos las viejas gaviotas que revoletean por el Consistorio y hasta a esas gaviotas vecinales, le hemos puesto nombre y hasta donde anidan)
Juan Marcelo
|
