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Tomando a Cicerón solo me queda decir “el pueblo que olvida su historia estará condenado a repetirla una y mil veces”. La historia debe ser la que nos diga en que acertamos y en que no. Es deber del historiador hacer llegar de la mejor forma posible todos los conocimientos que los historiadores hemos adquirido, académicamente y fuera de las aulas.
Como dijo Juan Goytisolo: “los contaminados por Cervantes no nos resignamos a la injusticia”. Es por eso deber de los historiadores luchar por los que no hace tanto les silenciaron la voz, por Salvador Puig Antich o tantos otros que fueron asesinados por Agentes del Estado, del terror, de la dictadura por encima de la democracia. La historia y los historiadores en pleno 2015, debemos contar toda la verdad de los procesos históricos que nos atañen como pueblo. Es por eso que cuando leo que el PSOE se opone a la entrega de los ministros franquistas reclamados por Argentina, solo puedo pensar en que estos “políticos” manchan la historia y a la vez su identidad histórica.
Si algo he aprendido, si de algo me ha servido el estudiar historia y a su vez convertirme en historiador; es simplemente algo muy básico: los grandes cambios históricos han venido de la unión del pueblo por encima del de unos pocos. Es momento en España de mirar la vista atrás, de descubrir la historia no contada, pues solo esa nos llevará hacia un cambio real. Una sociedad más justa, fraternal, igualitaria y sobre todo donde todos seamos libres y democráticos en su total plenitud.
Miguel Ángel Cayuela Berruezo
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