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Cuando se está a los mandos de un modelo de negocio resulta especialmente relevante saber cómo mantenerlo siempre dentro de los índices de estabilidad. Más concretamente de estabilidad financiera. No obstante, cuando la empresa es de gran tamaño no resulta extraño que se pasen ciertos aspectos por alto. Algo que puede complicar las cosas no solo en el marco económico, sino también en lo legal. Por suerte, las auditorías internas plantan cara a estas complicaciones y nos ayudan a garantizar que la transparencia corporativa forme parte de la rutina empresarial. Un servicio que trae consigo una gran variedad de ventajas de sumo interés.
Ventajas de las auditorías internas
Cuando se habla de una auditoria para grandes empresas se está haciendo mención al análisis sobre el estado financiero de una compañía en concreto. De este modo, se estudian valores como el balance de situación, la cuenta de ganancias y pérdidas o los flujos de efectivo, tratando de contrastar que lo que se dice ante las administraciones públicas es realmente lo que ha sucedido en lo relativo a la actividad económica empresarial.
Si bien es cierto que se trata de un documento que, en forma de memoria, es de gran utilidad para las autoridades competentes, la realidad es que solicitar este análisis resulta especialmente beneficioso para quienes lo hacen. No solo para prevenir multas de grandes cantidades de dinero, sino también porque optimiza la transparencia del negocio en cuestión.
Demostrar a nuestros inversores y demás fuentes de financiación que nuestras cuentas están en orden es fundamental. Un medio que nos ayudará a despertar su confianza para que sigan depositando su dinero en nuestro proyecto. Algo que sucede de igual manera de cara a los clientes, demostrando que somos una empresa sin secretos. Motivo por el que podemos determinar que las auditorías de cuentas sirven para crecer a corto y largo plazo.
¿Debes hacerla por ley?
A pesar de las ventajas anteriores, sumadas a otras como el hecho de tener bajo control el valor económico del negocio, hay que destacar que ciertas empresas están obligadas a contratar a expertos en auditoria interna. El artículo 275 de la Ley de Sociedades de Capital establece qué compañías deben pasar por dicho estudio y cuáles no. Aunque, te corresponda o no, las auditorías voluntarias son una sabia decisión.
En cuanto al valor económico, toda empresa con un total de activos o un importe neto en la compañía superiores a los 2.850.000€ y los 5.700.000€ respectivamente habrán de buscar un despacho de primera categoría. También las corporaciones cuya plantilla supere los 50 empleados tendrá que hacer lo propio y solicitar una auditoría de forma imperativa.
Ahora bien, cabe igualmente comentar que el Real Decreto 1517/2011 contempla otros tantos supuestos. Ejemplo de ello son las empresas con cotización en bolsa, las que reciban subvenciones con cargos a fondos públicos de más de 600.000€, las cooperativas o las organizaciones sin ánimo de lucro. Por lo que, el primer paso para cumplir la ley es saber a qué normativas estás sujeto como empresario.
Despachos para auditorías internas que debes conocer
Ya hemos visto la relevancia de contratar una auditoría interna y de los supuestos en los que no es una opción. No obstante, todavía nos queda por presentar a uno de los despachos que más ha dado de qué hablar en este aspecto: Legalnet. A modo de consultora, esta compañía se ha ganado una reputación impecable en la gestión de las auditorías y se presenta como uno de los mejores candidatos para dar ese salto hacia la transparencia empresarial.
Más allá de su papel en las auditorías, Legalnet aborda otras cuestiones como el asesoramiento financiero para que tengas todas tus cuentas perfectamente organizadas. De igual modo, son especialistas en corporate reporting, en reestructuración de empresas y en materias esenciales hoy en día como la sostenibilidad y la implementación de políticas contra el cambio climático. Por todo esto, te animamos a que delegues esta labor en un despacho tan importante como el de Legalnet. ¡Tu futuro está en juego!
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