Esta mañana me han pasado un vídeo que me ha hecho pensar en el ser humano como especie, que siendo idénticos en esencia, si tenemos diferencias culturales muy marcadas como en el caso de la gastronomía. Lo que en un lugar es un manjar en otro no lo es tanto.
Por eso resulta hasta divertido irse a los extremos como en este caso. Se trata de Surströmming, arenques del Mar Báltico fermentados al sol y enlatados, que en Suecia está considerado un auténtico manjar, una delicatessen, de hecho tiene un precio de 36 euros los 300 gramos. Más caro que un buen jamón.
El "pequeño" problema que se presenta a la hora de comérselo es que por culpa de una bacteria que emite dióxido de carbono y ciertos compuestos como ácido propílico, sulfuro de hidrógeno, ácido butírico y ácido acético, ya que esta mezcla produce un fuerte olor fétido idéntico al pescado podrido provocando incluso vómitos a los que se atreven a comérselo.
Son muchos los que han intentado superar este reto y comérselo como en la familia de este vídeo.
