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…y ya que la Eléctricas nos impiden beneficiarnos de la energía del Sol, se hace necesario y hasta justificable que aprovechemos las Puertas Giratorias como energía renovable.
Nunca me he entendido con mi Ego. Es más: desconfió de él. Siempre que le he confesado en plena confianza que no me obstruya mi camino de vivir con mis errores y equivocaciones, nunca me ha dejado: Penalizaba parte de mis decisiones. Siempre alerta. Donde yo escribía amor, él lo asociaba a ideas. No sé por qué me coartaba iniciativas porque no lo consideraba aceptable. El razonamiento como premisa y después, no contento, fiscalizando mis actuaciones. Cuando me intereso en un producto que encima, es gratuito, me previene que el producto voy a ser yo: Mi Ego y yo, siempre fue una reválida/rivalidad a superar.
Me jode tener un solo Ego porque no me soluciona los problemas: Es más…, los aumenta. No entiendo por qué es tan susceptible como mantenerme a raya: Sé que sumamos años juntos pero a pesar de esos años, hay algo que me “raya” y aboca a cierta desavenencia con él. Bueno, es un Ego, tampoco es para pedirle peras al Ego.
En un Seminario, cuya disertación y tema principal era: “Incredulidad y estupor sobre las personas realmente cuerdas” nos presentamos mi Ego y yo. Un hombre, en la entrada, vendía pañuelos para ojos resecos del status varonil y compresas para féminas de continuos olvidos. Tuve un gesto compasivo, no hacia ese hombre, sino porque mi C.F. Elche, había ascendido de nuevo a Segunda División y me encontraba eufórico. (Conste que tengo muy claro que para ganar mi equipo, hay otro obligado a perder, por lo tanto, no estaba bien mezclar un detalle positivo con la deriva de un resultado que produce damnificados) Sin embargo, mi Ego, no repara en esos detalles y va a lo suyo, a envanecerse y sacar la cabeza por encima de razones y encima, rebatiendo a un docto Psicólogo que en el debate, exponía que su Máster y doctorado lo había sacado medianamente por su elucubraciones constante en los exámenes. Hubo intervenciones dignas de análisis y hasta preocupación donde era más frecuente los gestos y expresiones de los eruditos conferenciantes que no sus palabras. Otro, que empezó su alocución preguntado: ¿Sabéis porque estoy aquí…? Se hizo un silencio en la sala. Silencio sepulcral. Todos esperando. Al cabo, de 11 minutos de espera, uno se atrevió a preguntar:
-¿Por qué esta usted aquí?
-¡¡¡Ya era hora, joder!!! – Respondió fuera de sí el orador – ¡Un poco más, y se me olvida lo que tengo que decir! Bien: Yo no he rozado la cordura total porque mi Ego, siempre me aconseja que no esté orgulloso de nada. Que imperan las circunstancias en que siempre me falta algo o me sobra el resto. Que lo importante son los resultados o a usurpar otro Ego en pleno plagio cuando interesa, donde, al fin y al cabo, los fines si justifican los medios. Quizás por ello, me presento ante vosotros porque mi cordura, solo ocupa un 0,25% de mi mente lo cual me induce pensar que desprendiéndome de mi Ego, yo no estaría aquí…y mis disculpas…, mi Ego, me aconseja abandonar el recinto…
Después de esto, una vez abandonado el local por temor a perder la escasa cordura que yo retenía y me permitía medianamente razonar, mi Ego y yo, no nos hablamos y lo que es peor; él se mantiene decidido a hacerse notar sin perder oportunidades haciendo caso omiso de mi indiferencia y desapego. Ayer mismo, en plena conversación/disertación con una lagartija en las arboledas de Aguamarga (Nijar) sobre el tema y confusión que dicho reptil asociara al IRPF con el RIP penalizando a los Autónomos, tuvo que intervenir mi Ego…,¡cómo no! ¡Está en la situación de compartir cuerpo y mente!
-Es mi opinión, querido reptil, -, se anticipo a mi prédica mi Ego, altanero y hasta arrogante él - que toda explicación que te pueda dar, parte de mi concepto. Este ser a quien has consultado, no me da muchas alegrías. Tu confusión, se debe al verlo a él y no a mí, debidamente oculto. Yo no tengo repunte para expresar vanidad que curiosamente, no llega a afectarle. Soy su Ego pero con esos despuntes/repuntes: Cuando su estima esta en horas baja, yo lo estimulo y cuando está eufórico, respeto muy mucho que me mande a tomar por culo. A veces me mira por encima del hombro y no sabe si desprenderse de mí en plan autonómico o independentista sin saber o notar que puede acarrearle más prejuicios que provecho. Nosotros, los Egos, somos muy nuestros: Necesitamos cierta dependencia en donde apoyarnos o sacarles los colores a cualquiera que intente mandarnos de viaje. El, - en que en su cuerpo estoy embutido - está deseando que pida su liberación, me aleje de él, aunque es consciente de que no habrá tratado en la UE que pueda frenarla: Sin duda, tendrá que soportarme. (*)
Juan Marcelo
(*) Artículo dedicado a mi amiga, Mercedes Ferrero, con mucho respeto, cariño y aprecio.
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