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-¡Que no, coño! Que me resisto a que mis publicaciones sean editadas en cualquier periódico si le califico a ese corrupto “ciudadano de impropia conducta” por no llamarle “hijo de puta” ¿Vale? ¿Estás de acuerdo? – conmino a mi regadera.
-Vale…, Vale! –se escusa mi regadera bajando sumisa su caño al suelo en plan comprensión.
-Ejém… Cuando yo estudiaba, allá por el pleistoceno, - donde un predilectico y sesudo pterodáctilo en pleno “vuelo” me daba clases particulares y previniéndome sobre un tal Manuel Tena-Tamayo, - tenía las ideas claras en que nunca llegaría a nada y mi logro más patente, sería el enseñar el DNI como dato de mi presencia/existencia. Por decirlo, sin forzar a la perífrasis, acerté: Hoy, en cambio, todos aspiran a algo y muchos, como ha ocurrido siempre, se quedan en el camino. Voces de la intelectualidad, le llaman fracaso escolar pero no especifican de quien es el fallo, aunque es de suponer que la totalidad de esa comunidad formada por docentes, alumnos y autoridades incompetentes, aportara lo suyo.
Hoy en día, los cursos escolares no son muy diferentes, pero comporta una gran novedad porque este País, ha venido cambiando el plan de estudios con las mismas facilidades que un político de raras convicciones y, pese a ello, los resultados mediocres se han mantenido como flores a regar. Sera, piensa uno, un poco distinto en las formas manteniéndose por las hostias en los recortes, pero escasamente original en los contenidos que son los que importan.
Quienes ya peinamos canas y observamos con satisfacción que los pelillos del pubis aun conservan su genuino colorido y nos lleva al éxtasis contemplativo, hemos visto una evolución de la enseñanza mucho mas dirigida al conocimiento técnico - por simplificar la cuestión - que la humanista. Creo que nuestros jóvenes – los que acaban estudios – están muy preparados aunque advierto carencia en el comportamiento personal. (Sin “rayarme “en generalizaciones necesitadas de matices)
Pero hay un gran agujero…, un pozo sin taponar, y eso son datos incuestionables. Se refiere al alto porcentaje del fracaso escolar. La Unión Europea, - la misma que deja a nuestros pescadores sin faenar - ha subrayado públicamente que “la situación de España, en cuanto a enseñanza, es más preocupante que el discurso de Ana Botella en su “docto ingles” Tenemos uno de los niveles más elevados de fracaso escolar (28,4%) de la Unión y a ello, añade de la tasa más alta de paro juvenil, (48,7%) de los Veintisiete que la conforman.
La media europea de abandono escolar prematuro se queda en el 14,1% y el paro juvenil de la UE se sitúa en el 22,2%, menos de la mitad en ambos casos de los porcentajes españoles. Fuentes gubernamentales, sin consultar con el ministro, ¿para qué? ya proclaman que no podrán cumplir en remediar el abandono escolar pero si reducirlo en un 10% en el…,¡2020! que es cuando las aulas se empleen y dedique su función a comedores infantiles o nuestros jóvenes bien preparados, estudien como alternativas, países que acojan su talento.
Parece ser que nos nutrimos de talentos que nos vienen de fuera. Nadie se imagina que nuestros ingenieros, educadores y gentes de intelectual reconocida, estén mejor preparados que foráneas mentalidades cuando nosotros hemos superado el cupo de la excelencia y encima, tengan que emigrar asumiendo el contorno de la emigración porque no es un Smith sino un Pedro. Nos preciamos de ser tierra acogedora amparando al binomio emigración/inmigración acudiendo a la generosa frase de que no “somos tierras de extraños” pero de ahí a despachar nuestros talentos, hay una base que no se sostiene: Se queda huérfana de argumentos convincentes, detalle que hace que nuestra gente, exprese su disconformidad en que su factura y sapiencia, que es tendente a ser exportada pero siempre allende nuestras fronteras, encuadrando el talento y aptitudes a esa gente como apátrida con derechos reconocidos después de que los nuestros, se quemen las cejas en una aula española.
Nos estamos haciendo el harakiri exportando talentos propios. Hace falta más adentrarse en la cultura, propiamente dicha, que en el diseño que se confecciona para cada Curso Escolar.
Juan Marcelo
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