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Como todos sabemos, el Mesón Gitano, era una obra, emblemática para el partido Popular, ilusionarte para los vecinos del barrio, una oportunidad para los amigos del casco histórico y la alcazaba, y una obra subvencionada para todos, pero se ha convertido en un problema para el Partido Popular, una frustración para los vecinos, una decepción para las asociaciones y desde mi punto de vista una perdida económica para la ciudad.
Y si por si fuera poco, la ultima “ocurrencia” municipal ahonda más en la herida (en el divorcio entre los ciudadanos y sus instituciones) y da razón a los que decían que “para construir un bar, tampoco hacían falta 8 millones de euros”. La inauguración del Mesón Gitano comienza con una cena, dentro de los actos de la Noche en Blanco “usted puede cenar en ella por la módica cantidad de 45 Euros”.
No creo que sea una Brillante idea la de inaugurar la Obra con una Cena, máxime cuando su orientación, en palabras de los miembros del partido popular en el gobierno, era la Cultural, la de servicios a los ciudadanos del barrio y la de desarrollo de la zona; y todo ello en colaboración con las asociaciones del barrio y con amigos de la alcazaba y otros…
Quizá me sorprenda la actuación del partido popular porque el tiempo electoral es para hacer promesas, no para incumplirlas, que para eso ya viene la época de Gobierno y “donde dije digo, digo Diego”. En realidad más que sorprendida estoy indignada y no porque no se puedan hacer cenas y bodorrios en un espacio pagado con dinero de todos, me indigna porque “la primera impresión es la que no puede repetirse” y la impresión que va a quedar del Mesón Gitano es esa precisamente, que sea un BAR.
En cualquier caso, si el ayuntamiento se toma en serio la promoción de la zona y pasa de utilizar el Mesón Gitano como Restaurante a que sea centro de Exposiciones, de esto a Centro de Congresos, de aquí al uso de sus instalaciones para un recital flamenco o de opera, de esto a convertirlo en observatorio o mirador y de ser mirador a ser de nuevo Bar o Restaurante; daré por bueno que el primer uso haya sido como “sarao” de la gente que podía pagar 45 euros por cenar en sitio tan privilegiado como público; y lo haré porque con ello se benéfica el Barrio y la alcazaba y con ellos los habitantes de Almería.
Laura Rodriguez-carretero Romera
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