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El alcalde de El Ejido, Francisco Góngora, y el concejal de Agricultura y Medio Ambiente en el Consistorio, Manuel Gómez Galera, han mantenido un nuevo encuentro con la Asociación Nacional de Criaderos de Ovino Segureño (ANCOS)- con la que desde Frutilados del Poniente ya se alcanzó un acuerdo para la realización de los ensayos previos a la apertura de la futura planta de tratamiento en el municipio- en el que en esta ocasión también han estado presentes miembros de la Sociedad para el Desarrollo Rural de Murcia y de la Fundación Tierra Rural, que se han acercado hasta El Ejido para conocer de primera mano este ambicioso proyecto, único en el mundo.
Durante la reunión se ha puesto de manifiesto la importancia de esta iniciativa teniendo en cuenta los futuros planteamientos que tiene ANCOS ante la creación de ‘Ovi Spain’, una organización que responde a una nueva estrategia del Ministerio de Agricultura para la aplicación de los Planes de Desarrollo Rural Comunitarios (PDR) a través de la Ley de Integración de Cooperativas.
El alcalde ha destacado que “esto significa que se abren muchísimas más expectativas de comercialización muy interesantes para este proyecto, ya que las posibilidades de mercado se multiplican al estar hablando de un censo total de ovino de 1,5 millones de ovejas repartido entre las regiones de Aragón, Extremadura y Andalucía oriental y occidental, lo que supone una potencionalidad de consumo muy importante”. “Si bien es cierto que lo que en un principio nos movió para impulsar la implantación de una fábrica de ensilado de frutos de destrío fue darle solución a un problema medioambiental de primera índole para nuestra agricultura y para la imagen que proyecta nuestro campo, la realidad es que a día de hoy el proyecto tiene un alcance de largo recorrido comercial, que no ha hecho nada más que comenzar”, explica Góngora.
De la misma manera, el primer edil ha insistido no sólo en la idea de lo interesante del proyecto en su fase inicial de tratamiento de los frutos, sino en que de cara al futuro supondrá también una base firme sobre la que cimentar la gestión de la higiene rural de los excedentes de la agricultura generados en la comarca, ofreciendo con ello una solución viable y sostenible a uno de los principales problemas que viene arrastrando el sector.
La iniciativa de abrir esta primera planta de tratamiento de excedentes agrícolas se gestó con el consenso de todo el sector en el seno del Consejo Municipal Agrario y fue impulsada por el Ayuntamiento de El Ejido
En este sentido, Góngora ha insistido en que el proyecto del ensilado “nos permitirá gestionar los excedentes de producción procedentes de los centros de manipulado ofreciendo a su vez una alternativa viable y rentable al problema que actualmente existe con este tipo de restos vegetales”.”La puesta en marcha de este proyecto supondrá un antes y un después en la agricultura de nuestra provincia”, asegura el regidor, al tiempo que ha vuelto a manifestar su orgullo de que “El Ejido sea quien haya liderado en todo momento esta iniciativa tan pionera, que representa el proyecto agrícola que mayor número de empresas ha conseguido integrar en nuestra provincia”.
Al hilo de esto, Góngora ha vuelto a poner de manifiesto la necesidad de que desde la Consejería de Agricultura se arbitre una fórmula jurídica que permita poner a disposición de la sociedad Frutilados del Poniente la parcela del IARA que existe en el municipio de El Ejido, de manera que el proyecto del ensilado pueda seguir avanzando. En este sentido, el regidor ha dicho tener todas las esperanzas puestas en que en la reunión prevista para este viernes con el delegado de Agricultura se puedan sentar las bases de un principio de acuerdo para solucionar el problema de la cesión de la parcela donde iría ubicada la futura planta de tratamiento en el municipio y poder seguir así adelante con esta iniciativa, de gran interés social y medioambiental, con la que, además, se daría solución al déficit de gestión en materia de restos vegetales.
“Esta iniciativa es, sin duda, el primer paso hacia la solución definitiva del problema del tratamiento de los restos vegetales que genera nuestra agricultura y la transformación de los destríos en alimento para el ganado mediante la aplicación de la técnica del ensilaje", asegura Góngora.
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