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Dentro de la rica programación cultural de cada temporada hay noches que quedan fijadas en el recuerdo y la memoria por la grandeza de lo contemplado sobre el escenario. Anoche, el Auditorio Municipal Maestro Padilla vivió uno de esos momentos que en los futuros libros que glosen el flamenco de nuestra ciudad no podrá dejar de mencionar: la presentación del nuevo disco de Niño Josele, ‘Galaxias’, ante un público encendido y acompañado por un elenco artístico de altura. Era una de las citas más destacadas de la programación de invierno del Área de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Almería y, sin duda, el resultado final superó cualquier expectativa por buena que fuera.
Así se escribe la historia cuando la genialidad lleva al impulso a borbotones, como un torbellino irrefrenable que fue lo que demostró, por enésima vez, pero con una inspiración especial el guitarrista almeriense en un concierto que superó con creces las dos horas y media de duración, casi tres teniendo en cuenta en pequeño descanso que dividió la actuación en dos bloques. El primero más técnico y refinado, el segundo de un torrencial poderío y estado de gracia.
Comenzó Josele como los grandes capitanes, a solas frente el peligro, como los grandes maestros, silla y temple para desarrollar una suerte improvisada donde navegó por pasajes recordando músicas que le gustan e inspiran. En ese juego de falsetas se pasó por aires de seguiriya, por tempos de abandolaos, por la plasticidad de la guajira en acordes de ida y vuelta para deleite de inicio del respetable que, a su término, le dedicó la primera de las grandes ovaciones.
Con el ambiente ya preparado para lo que quedaba por llegar, irrumpió en escena la estilizada pero fuerte figura de Nino de los Reyes, que acompañó a Niño Josele en una ronda de bulerías repleta de acordes imposibles. “Siempre estoy un poco más nervioso cuando estoy en mi tierra”, confesaba un guitarrista que poco a poco lucía cada vez más radiante. No faltó en esas confesiones los recuerdos a su padre Josele, a quien le dedicó “Caballo Andaluz”, tema en el que también bailaría Ana Alonso con mezcla un baile con matices contemporáneos.
La primera parte del concierto se culminaría con “Galaxias”, la pieza que da nombre a su nuevo proyecto, patrocinado por Estrella Galicia, y en la que brilló sobremanera al piano y al moog José Heredia, su hijo, que tuvo en esta composición el honor y reto de replicar lo realizado por Chick Corea en el disco, en lo que a la postre fue una de sus últimas grabaciones. La banda, que también tuvo momento para demostrar técnica y virtuosismo en el mismo tema, se completaba con Kike Terrón a la percusión, Dani Noel al bajo y Miguel Lamas a la batería.
Tras el descanso, apoteosis
Si ya de por sí la primera parte de la velada cumplía con creces la asistencia, la segunda fue de auténtica apoteosis. Para ello, presentó con emoción a Mari Ángeles Fernández, hija de Tomatito, “la he visto desde chiquitina, la quiero muchísimo”, decía al inicio Niño Josele. Ambos interpretarían la bulería “Ausencia”, también del último disco, con la dulzura melódica que se le conoce a la artista.
De nuevo metidos en el concierto, Niño Josele presentó al siguiente invitado con la misma sinceridad. “A KikiMorente le he visto ir al colegio… y ¡esconderse para no ir colegio!”. El hijo del gran Enrique y el guitarrista almeriense firmaron un momento legendario, cimentado por la combinación de fandangos, con una impresionante la falseta de la segunda a tercera tanda por parte de Josele y con magistrales deconstrucciones de melodía como hacía su padre por parte de Kiki, también un paso por tientos tangos y término por seguiriyas, mientras que el guitarrista también recorría el “Touchstone: ProcessionCeremonyDeparture” de Chick Corea. Descomunal.
Como hiciera en la primera parte, aunque esta vez sin hacer referencia a él, Niño Josele volvió a hacer honores a su padre con “Te Recuerdo”, sin duda una de las piezas más destacada de su “Galaxias”. Tras él, Marina Heredia sería la siguiente invitada a sumarse a la fiesta, haciendo las veces de Rubén Blades en “No Pasa Nada”, donde se sumaría en la coda Nino de los Reyes, haciendo de su cuerpo al completo un ejercicio de compás por bulerías y una banda crecida, especialmente en este caso Miguel Lamas.
La grácil y vitalista “Papusza”, que cierra su último disco, acercaba a un final que todavía tendría el último alarde final con una fiesta por bulerías donde además de echarse unas estrofas Marina Heredia, KikiMorente y Mari Ángeles Fernández, se sumaron los tres cantaores más conocidos de Pescadería y La Chanca, como son Cristo Heredia, Edu García y Antonio García “El Genial”, que aprovecharon su habitual coordinación en la armonización de voces para cantar por Camarón de la Isla, rebato final adornado por el baile postrero de Ana Alonso y Nino de los Reyes.
Noche de tronío y leyenda con el Niño Josele comandado las “Galaxias”. Inolvidable.
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