La grave amenaza que supone la tensión bélica actual entre EEUU y Rusia por la disputa de Ucrania, y la posibilidad de que de lugar al desarrollo de hostilidades y acciones militares pueden desencadenar una guerra en Europa y, por extensión, convertirse en conflicto mundial.
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El conflicto de Ucrania (2013) surge como consecuencia de la ofensiva desencadenada por la superpotencia hegemónica en decadencia de los EE.UU tras la caída del Muro de Berlín y la disolución de la URSS para extender su dominio geopolítico, militar (OTAN) y acceso a los recursos de los antiguos países satélites soviéticos, en aras de hacer frente a un tercer bloque emergente en torno al nuevo gigante, China. Al avance de este nuevo orden mundial Rusia le pone límites, interpretando que el caso de Ucrania supone una amenaza militar directa a su seguridad e integridad.
Ante el conflicto que ha dividido a Ucrania, dejado miles de muertos entre civiles y militares (14.000) e implicado a la Unión Europea es necesario que ésta ejerza una política soberana, independiente y de neutralidad activa, posicionándose del lado del derecho internacional, defendiendo los derechos humanos para todas las personas, el respeto de la soberanía de los pueblos, rechazando las amenazas militares de un país hacia otro y descartando el uso de su espacio aéreo, terrestre y marítimo para cualquier cambio de fronteras por la vía de la agresión militar. Ucrania tiene el derecho legítimo de poder construir su futuro democrático, desarrollo social y económico en Paz sin ninguna injerencia de las potencias.
El Partido Verde almeriense recuerda que una parte del arco parlamentario, incluida la coalición MasPaís-Equo, ha firmado un manifiesto exigiendo al gobierno de la nación un giro en su política exterior y de defensa, suspendiendo “de facto” el envío de tropas al Mar Negro y Bulgaria en el marco de la OTAN; y, que como miembro de la misma, se oponga a la integración de Ucrania por suponer una ruptura de los compromisos de la propia Alianza; así como la necesidad de redoblar los esfuerzos diplomáticos, buscando la mediación de la OSCE y la ONU para impedir cualquier tipo de acción bélica como punto de partida que apoyaron los países europeos para establecer los Acuerdos de Paz de Minsk.
Por ello, desde Verdes Equo Almería se reclama ejercer la soberanía y control de nuestro espacio aéreo, terrestre y marítimo para impedir que seamos utilizados de plataforma logística de cara a un enfrentamiento; incluyendo el control del uso de las bases militares estadounidenses tanto de Rota y Morón establecidas en Andalucía como la base militar de Álvarez de Soto Mayor de Viator por ser escenario de prácticas de ejércitos internacionales y de la OTAN, y estar integrada en la Fuerza de Acción Rápida de la OTAN, y ser componente de su Cuartel General en Bétera (Valencia).
De igual modo, se manifiesta la conveniencia de poner en marcha una nueva consulta ciudadana acerca de nuestra permanencia en la OTAN porque las condiciones del referendum aprobado en el año 1986 han sido inclumplidas a lo largo de todo este tiempo, para ser integrados definitivamente en su estructura militar. Posición que es reforzada por la permanencia de bases militares estadounidenses gracias al Tratado establecido por el régimen franquista (Pactos de Madrid, 1953) y renovado y actualizado hasta la fecha por los distintos gobiernos democráticos; así como la conveniencia de reducir los presupuestos militares (economía de guerra) para dedicarlos a nuestras necesidades (economía de la paz) emergencia sanitaria, transición energética y cambio climático, educación, servicios sociales, pensiones, etc.
Los Verdes Europeos almerienses abogan por la resolución de los conflictos a través del diálogo, la distensión y el convencimiento de que la paz, la cooperación entre países y los pueblos es el único camino frente a las razones y justificaciones que se han utilizado históricamente para lanzar a los países al enfrentamiento. Europa lleva a sus espaldas dos guerras mundiales, es hora de trabajar y movilizarnos para impedir una tercera.
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