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Según estudios del Departamento de Psiquiatría y Psicología Médica de la Clínica Universitaria de Navarra, desde hace una década se estimó que de un 10 a un 15 % de la población adulta padece insomnio crónico y que un 25 a 35 % ha sufrido un insomnio ocasional o transitorio en situaciones estresantes.
Del mismo modo, la Organización Mundial de la Salud declara que el insomnio ocasional llega a afectar hasta un 40% de la población en algún momento de su vida. A pesar de que no es catalogado como una enfermedad, el insomnio tiene efectos negativos en la salud mental, la salud física, la calidad de vida, el rendimiento laboral y hasta en el rendimiento sexual del individuo. ¿Y sabes qué? En multitud de ocasiones, la causa es debido al tipo de colchón sobre el que dormimos.
Dónde buscar un colchón bueno, y económico
Existen diversas tiendas online como Dormidán en donde es posible hallar gran variedad de colchones baratos, individuales y matrimoniales, antialérgicos, acolchados, de fibra de alta calidad y somier con diversidad de modelos y materiales, al gusto del usuario.
La mayoría de los fabricantes recomiendan desechar un colchón al cabo de quince años. No obstante, cuando un colchón cumple los diez años de uso, comienza a perder las características originales y lo ideal es descartarlo en ese momento y adquirir uno nuevo. De allí la importancia de buscar las condiciones confortables del colchón y además conseguir buenos precios.
El insomnio afecta la salud general
Dormir bien es imprescindible en el transcurso de toda la vida, desde que se nace hasta el último suspiro. La privación del sueño pone en riesgo la salud física y mental, por lo tanto descansar el cuerpo en forma perfecta, es lo que se busca al decidir comprar un colchón.
Durante la infancia, un buen sueño genera la hormona de crecimiento y mientras ocurre, contribuye a mantener en buena forma la columna vertebral. En la edad adulta, contribuye a la recuperación de la musculatura, en la regulación del azúcar y en el recobro del apetito.
De igual forma un buen colchón debe cumplir con la función de proteger la columna y demás partes del cuerpo contra deformaciones, puntos de presión o molestias musculares que afecten el estado de reposo, sobre todo durante la vejez.
Un buen colchón favorece la vida sexual
Es importante considerar el hecho de que los colchones no son solamente para dormir. Además de asegurar el descanso del cuerpo y el alivio del cansancio generado por el trabajo físico, sirven como base de la vida sexual en pareja.
Características como el rebote, el ruido, la respuesta al movimiento y hasta la firmeza del borde requerida para la realización de algunas posiciones sexuales, resultan importantes a la hora de elegir un buen colchón.
Características de un buen colchón
Adquirir un colchón que sea del agrado del usuario y que cumpla con todas las características y beneficios que se buscan, no es tarea fácil, se debe considerar no solamente los aspectos relacionados con el confort sino también el económico, a fin de que su adquisición no perturbe demasiado el presupuesto familiar.
¿Cómo elegir un colchón barato?
La calidad, firmeza, elasticidad, resistencia y transpirabilidad, son factores que se consideran al seleccionar un colchón.
No se debe buscar un colchón tan suave, ni tan blando que se hunda, se ahueque o forme jorobas. Esto evitará dolores musculares y perjuicios para la espalda. La columna vertebral se dobla y los músculos alrededor se tensan cuando se duerme en un colchón inadecuado.
Son muy variados los tipos de colchones, en función a los materiales utilizados para la fabricación y las características estructurales.
Los fabrican de muelles, que consisten en un bloque de muelles forrados con una o varias capas de acolchados que aíslan del cuerpo los muelles. Otros, se hacen con látex. Consisten en un cuerpo o núcleo de látex forrado de un acolchado que tiene mayor adaptabilidad, pero conserva las características de firmeza requeridas para una buena posición del cuerpo.
También se encuentran colchones de espuma, de agua, de aire, ajustables, futones y hasta los que tienen tecnología viscoelástica, ideada por la NASA, que disminuyen notablemente la presión ejercida en los tejidos y son ideales para los colchones geriátricos.
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