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El próximo día catorce de agosto está previsto que en el municipio de Urrácal se celebre la I Muestra de Cine Rural y Etnográfico del Valle del Almanzora, sumándose de esta manera a la que parece una nueva etapa dorada del séptimo arte en la provincia de Almería.
En muchos sentidos buena parte del cine español ha estado condicionado por lo rural. Pocos son los cineastas que de un modo u otro no han tocado unas temáticas que ahonda en lo rural o han ambientado sus películas en un entorno rural. Incluso en la actualidad, donde inicialmente parece que el peso de lo urbano acoge un sentido de modernidad, pocos son los directores que dan la espalda a historias que tienen en todo lo que se configura como el universo rural su esencia.
En las primeras creaciones fílmicas españolas antes de la Guerra Civil, el medio rural era el escenario adecuado para el desarrollo del tipismo regional y los valores nacionales.El cine rural adquiere un protagonismo inusitado durante las décadas de 1960 y 1970 en películas que se han convertido en un clásico del género cómico (“El Turismo es un gran invento” o “La ciudad no es para mí”, ambas de Pedro Lazaga).
Será a partir de la segunda mitad de los años 1970 y sobre todo en la década de 1980 cuando la comedia deje paso a temas de mayor calado, la filmografía de Luis García Berlanga es un claro referente (Martínez Vasseur, 2004: 172-173). Junto a esta visión, otros directores nos mostrarán la crueldad del medio rural; valgan los ejemplos de “La caza” de Carlos Saura, “Furtivos” de José Luis Borau, la adaptación cinematográfica de la novela de Miguel Delibes, “Los Santos Inocentes” filmada por el director Mario Camus; “Pascual Duarte” adaptación de Ricardo Franco de la célebre novela de Camilo José Cela “La familia de Pascual Duarte”; o la descarnada visión de la realizadora Pilar Miró en “El crimen de Cuenca”.
El Cine español del siglo XXI mira hacia lo “agro” más allá de las tradicionales estampas folklóricas o de dramas rurales. Encuentra en él una nueva savia cuyos nutrientes son los actuales desafíos consecuencia de un desajuste de ritmos.Es un cine para reflexionar que traslada al espectador a la paradoja de realidades tan cercanas y a la vez tan desconocidas. La distancia en este caso no se mide en kilómetros sino en vivencias. El silencio es cómplice del territorio, sobre todo en los documentales; el silencio deja paso libre a los sonidos del paisaje: el viento, el canto de un pájaro, un lento caminar, un repique de campanas...
La oportunidad de dinamizar y revitalizar el pulso cultural y turístico de los pequeños pueblos, amenazados por el despoblamiento y la falta de oportunidades, redobla el interés por este proyecto. El cine, aparentemente, aporta un foco de atención y promoción que a otras suertes artísticas se le escapa.
La propuesta de realizar esta Muestra parte de Almanzora Coopera, asociación que se presenta al panorama sociocultural con la intención de diseñar y desarrollar proyectos de fondo sobre el terreno, interactuando directamente con el tejido social, cultural y económico.
Para Maribel Serrano, alcaldesa de Urrácal, esta original iniciativa “nos transporta en muchos casos a un pasado aún presente, ya que en los cortos que se proyectarán se recogen oficios y tradiciones que necesitan ser rescatas del olvido para que sean conocidas por las nuevas generaciones”.
Ocho Lobos inquietos. Una retrospectiva a toda su obra
José Carlos Castaño es el alma de la productora independiente Ocho Lobos. Licenciado en Ciencias Políticas, es periodista de profesión, tanto de prensa escrita como de imagen, con un enfoque innovador en sus trabajos de fotografía y vídeo, experto en formación y en desarrollo local, es un genial comunicador con una cultura creativa de alto nivel.
Ha publicado varios libros y vídeos desarrollados con una envolvente prosa poética,que retratan con dulzura un mundo de perdedores, de vidas cotidianas marginadas y de artesanos con oficios ya perdidos. Su empatía con las personas y temas que filma le permiten obtener unos resultados excepcionales donde afloran los sentimientos y emociones más profundas, ocultas, no reveladas antes, que transforman al entrevistado y nos hacen reflexionar a los expectadores. Conocedor de las gentes del Almanzora. De sus ritmos nos siempre comprendidos. Describe el instante igual que algo ancestral al ser filtrado por su laboratorio de recuerdos, de tiempos mejores y peores, de personas y personajes que estrecharon su mano con la confianza de transmitir un legado.
La I Muestra de Cine Rural y Etnográfico del Valle del Almanzora servirá de motivo para realizar una retrospectiva sobre toda la obra de José Carlos Castaño, analizando mediante mesas de trabajo y foros populares la gran aportación identitaria a la memoria colectiva de los almanzoríes.
El cine documental realizado a través de Ocho Lobos ya ha sido expuesto en varios certámenes y concursos, siendo siempre respaldado por el favor de la crítica y del público, valorando positivamente el esfuerzo en no dejar caer al pozo del olvido los antiguos oficios artesanales, lasmaneras de vivir del espacio rural y la voz serena de quienes cuentan su paso por alguno de los caminos impredecibles de la vida.
La I Muestra de Cine Rural y Etnográfico del Valle del Almanzora se celebrará en Urrácal (Almería) el próximo 14 de agosto.
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