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Hay que reconocer que hoy, elaboran estudios para casi todo. De una cola de lagartija hasta un somero análisis de las bragas sudadas de Celia Villalobos cuando habla. Te hacen una interpretación en segundos. Todo está estudiado y sus consecuencias, son definida, concretadas y hasta ecualizadas…, todo menos los borradores de Bárcenas que ni el Dios Tiempo, es capaz de pasarlo a “limpio”. (Algunos, apuntan a conservarlos como un pergamino)
Si vosotros queréis saber cómo se aparea una rana viuda con un sapo con una orden de alejamiento, seguro que encontráis un sesudo tratado donde explica no sólo el amor “encharcado” sino los motivos y hasta resultados del acto. Otra cosa es que llegue cualquier dispar Diputado, en su día libre, y con una red, interrumpa la coyunda y derivados, pero entonces, podréis abordar otro estudio donde os serán explicados los impulsos ancestrales que invitan al representante ciudadano a echarse al monte con una red para no perder la rutina de maniatar y cazar al personal, y naturalmente, de joderle la jodienda.
-Pero… ¿esto sirve de algo? – pregunta mi regadera mientras rebusca con frenesí el paradero de la familia de bolivianos de Huesca en un intento de cambiar mi carácter, rayando ya en lo insoportable a falta de un “conveniente estimulo”…la marijuana in my head.
- Bueno – contesto sin inmutarme, muy serio y digno yo – No deja de ser conocimiento y hay que confiar en los estudiosos que aún permanecen en el País y hacen lo que pueden para mantenernos informados. Por ejemplo, la corrupción: Saber hasta dónde nos meten la picha, puede intrigar o irritar aunque esconder el culo bajo el pudor o decoro, tampoco soluciona gran cosa. Lo cierto es que un grupo de estudio, donde ranas y sapos, no estaban descartados, han tenido el arresto y arrojo de abordar el coste que el entonar el ¡Soy español! en acapella group, contempla y asume la corrupción en confortable patriotismo al que nunca llamaran Ocaso Social: (Aquellos súbditos que reniegan ser ciudadanos porque no pagaban impuestos)
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Si solicitamos en un Restaurante si tienen Entremeses, siempre nos dirán que siempre tienen Entremeses. Pues bien: Para abrir boca - léase de indignación, furia e ira pero no de asombro – el “Informe Anticorrupción” publicado por la Comisión Europea, coloca a España a la cabeza de esa corrupción con la puntualización de alcanzar ese lugar preeminente mediante los grandes fraudes, incluyendo al que se dedicaba a joder el coito a los animales anuros.
En el menudeo y las mordidas, salimos mejor parados. Como siempre, “nosotros a lo grande”. Todo esto, significa Coste Social, ya que la rapiña es generalizada: 60.000 millones euros escondidos en charcas esperando a terminar y degustar el primer plato del menú. De segundo plato, tenemos que si esa “vianda” recurrente se hubieran quedado en nuestro País y en lugares precisos donde hacía falta como reforzar nuestra Sanidad, Educación, Bienestar Social y Pensiones dignas, posiblemente iríamos un poco mejor a la hora de capear el temporal. El postre: Que lo dulce no nos amargue el flan y nos venga a la memoria a que todo lo que nos roban, tenemos que pagarlo nosotros. (Sobre todo, los que lo saben, olvidan y encima, les votan)
Son detalles abrumadores, tan brumosos, que nunca están claro porque esto es lo que se sabe ignorando lo que todavía permanece escondido. Esa escasa luz que tanteamos a la hora de pagar Impuestos pero que curiosamente, siempre hay unas tiniebla para que persistan en la penumbra. Consecuencias donde hemos pasado de la irritación a la resignación.
De lo malo conocido o lo bueno que tarda mucho en llegar: La rapiña generalizada, es el cómputo global de tener más Bancos que Escuelas. Una crisis engordando a quien la generaron. La gestada e idiosincrasia española con el robo excesivo siempre acompañada de la boya del “sálvese el que pueda” Todo eso, cocina el menú de la miseria, pobreza desahucios, carestía, privaciones, necesidades y penurias: Indultos a randas y trúhanes ya condenados y la Iglesia Católica celebrando al cocinero de turno por percibir no ya 11.000 millones de euros sino 13.500 millones que afloran a sus alforjas mientras los parias sin futuro buscan un cartón para cobijarse del frío. Los que ya no necesitan ni confesión, revelaciones místicas o dogmas.
¡Pero no os encambronéis demasiado! No olvidéis que siempre podemos relajarnos con otros sesudos trabajos…, como la cría de la codorniz. Naturalmente, antes que llegue el cazador y se encapriche en ocupar el nido para depositar sus “huevos” y en frecuentes éxodos, echarlos a volar fuera de su País. Aquí, en el País de Marta Sánchez, no se salva ni los animales…, los únicos, fieles y legales que nos queda para darnos lecciones de cómo sobrevivir y encima, no pagan impuestos…, muy cuidadosos ellos que otros lo atesoren como patrimonio personal o les toque, con afortunada frecuencia, la Lotería.
Juan Marcelo
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