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“Era hombre de calma y de pensar grave: hablaba despacio y en su mirada penetrante se reflejaba su gran inteligencia. Era poeta, cuyas composiciones nos leía en reuniones íntimas, causando admiración, que ya en su ancianidad (68 años) revelaba un alma juvenil. Era buen músico y compositor, cuyas concepciones nos las revelaba en la Cítara, su instrumento favorito, construido también por él (…). Alguna vez le pregunté en qué consistía la sonoridad de sus guitarras y me contestó: sólo en la tapa; pues la condición de la madera de ella, el labrado y forma eran la causa del secreto de la sonoridad”. Así escribía el párroco Juan Martínez Sirvent en una carta abierta sobre Antonio de Torres en 1931. Un texto que se incluye en el catálogo de la exposición ‘Torres: la guitarra universal’, que fue clausurada anoche como punto final a las más de 20 actividades organizadas por el Área de Cultura, Educación y Tradiciones para conmemorar el bicentenario de su nacimiento.
El asesor general del Área, José Vélez, y el coordinador de la programación, Carlos González, presentaron un acto que, además, contó con la conferencia ilustrada sobre el método de solfeo de Sánchez Roda (1850) del experto e investigador NorbertoTorres. Ambos documentos, catálogo de la exposición y método de solfeo, estarán disponibles para su descarga directa desde la web www.almeriacultura.com.
En esa publicación que recordará para siempre la mayor muestra de Torres originales nunca antes realizada, se recogen fotografías de los tres bloques en los que se dividió: ‘Torres antes de Torres’, ‘Exposición creativa en Sevilla’ y ‘Luces y Sombras del Otoño’. Concretamente se representan diez guitarras de Torres, cedidas de distintos puntos de España y una de ellas de Francia, y otras cuatro de autores muy vinculados a sus inicios y su desarrollo posterior, como Manuel Gutiérrez, José Pernas o López Beltrán. Además de documentación que va desde el contrato de arrendamiento de su tienda, ubicada en la actual calle Real, o de su participación en la Exposición Agrícola, Industrial y Artística de Sevilla en 1858. También firman artículos el alcalde, Ramón Fernández-Pacheco, su principal investigador, José Luis Romanillos, el comisario de la muestra, Carlos González, el guitarrero Joan Pellisa (“Torres diseña un tipo de guitarra que nunca antes existió, modifica las bases de su época de aprendizaje para maximizar la eficiencia de cada
centímetro de sus guitarras de plantilla mayor”, escribe) y el citado párroco Martínez Sirvent, y también fotografías o ilustraciones de Julián Arcas, Francisco Tárrega o Antonio Jiménez Manjón con guitarras firmadas por Torres o de la medalla diseñada por Dionisio Godoy.
Método de solfeo y guitarra de Francisco Sánchez Roda (1850)
Francisco Luis Miranda es el dueño de este manuscrito que ha sido digitalizado para su posterior edición facsímil y que estará en descarga directa. “Fue un regalo a su padre de D. Nicolás Medina Gallegos en 1985, hombre nacido en Berja y aficionado a la música, fue cura párroco de la iglesia de Sorbas, para serlo después en San Roque (Pescadería) y terminar en Gádor, donde se jubiló, después de varios años en este pueblo del Bajo Andarax. Francisco Luis Miranda fue de los primeros guitarristas en Almería a seguir la pista de Arcas e interpretar su música, junto con su hermano Jesús Miranda y José Richoly, con la formación del Trío Richoly. Nada extraño que este manuscrito recayera en sus manos”, explica Norberto Torres.
La exposición comenzó explicando el estudio musicológico previo realizado sobre el manuscrito ‘Método de solfeo y guitarra de Francisco Sánchez Roda (1850)’, contextualizándolo en la pedagogía de la guitarra española de finales del XVIII y primera mitad del siglo XIX, con el paso de la guitarra de seis cuerdas dobles (órdenes) a seis cuerdas simples, “es decir en pleno proceso de modernización del instrumento, destacando la importancia de Dionisio Aguado en esta modernización, y la relación indirecta de este guitarrista pedagogo con la familia Arcas y sus discípulos”, apunta.
Tras la introducción, Norberto Torres abordó la figura del autor y localización del manuscrito, “el repertorio (bailes europeos de salón y aires nacionales andaluces), las afinaciones (algo muy llamativo del método, además del repertorio andaluz)”, deteniéndose finalmente “en la parte popular, la parte andaluza del método, viendo su relación con el toque "pre-flamenco" y lo que nos aporta para su conocimiento, dado lo temprano de la fecha (1850), destacando la relación indirecta de la malagueña de este método, con la rondeña del "Murciano" de Granada (1846) y la de Julián Arcas (1854), lo que confirma también la relación de discípulo de Francisco Sánchez Roda con la familia de guitarristas Arcas, además del título del método”, para concluir con la interpretación de varias de las piezas del manuscrito.
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