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Mal se despide el año…, ni fin del mundo ni solución global: Ni contribuir a la concordia del Universo, ni el fin de los tiempos harto de soportarnos, mandando a tomarporculo mi deseo de peinarme a lo Kim Jong-Un para ligar en la discotecas de separados/divorciados tiñéndose el pelo. (Seguro que sobrevivirán los que juegan a la petanca)
Personalmente, me lo temía. Recuerdo que nuestra seguridad en el vaticinio de la predicción maya, se acentuó y se hizo cuasi realidad cuando en Septiembre del 2.o15 construimos un submarino genuinamente español…, pero que no flota. Que se hunde por exceso de peso y el periscopio solo visionaba “besugos” a la deriva a su alrededor Que calcularon mal el tonelaje dejando a esos mayas, su reflote.
Los profetas con plumas, no tuvieron misericordia, fracasaron, y nadie nos salvará de celebrar otro Fin de Año de gentes que te desean felicidad y encima sin conocerte…, y atrás queda mi frustración de organizar una orgia - que haría sonrojarse al Emperador Nerón - en la Sede de la Factoría Conferencia Episcopal. Queda claro que los mayas tampoco son de fiar y, si hubieran tenido 13 TV en su tiempo, lo mismo habrían acabado como la bruja Lola, dando pronósticos de imposible factura. Enorme decepción, la verdad sea dicha, y reflexión obligada: ¿Tendemos a sobrevalorar demasiado lo que no hemos visto, tal vez porque lo que vemos no nos gusta nada? Eso sí, ahora saldrán los cuatro listos de siempre con que hubo errores de interpretación, que sólo era un cambio de ciclo, un nuevo orden mundial y poniendo otra fecha para que se produzca el cataclismo, pero si vosotros os vais a meter en hipotecas, prestamos a engordar la usura ajena u otros gastos de peso, hacerme caso y no confíen en ningún apocalipsis de mercadillo…, cuidado porque es ése un detalle más dedicado a hacer cuadrar la realidad con los presagios que a dejar que los vaticinios se cumplan por sí solos y encima, encajen. Terminareis pagando la hipoteca, no lo dudéis. El embargo, existirá e hipotecaran hasta tu remota idea de embarcarte en otro submarino, esta vez, argentino, hasta que no pagues.
(Hay que tenerlos bien cuadrados para pronosticar que el final del mundo es cuando se apague el Sol, dentro de 4.500 años, y no sabemos resolver una crisis fabricada por nosotros mismos)
-¡¡¡Esa frase es mía!!! – protesta airadamente mi regadera.
- ¡Me importa un huevo! – exclamo imperturbable/inmutable, irascible, y otras cosas…, y prosigo.
-La primera profecía -son siete en total, la ultima, sin IVA - anticipaba que el mundo del odio, del racismo y del materialismo, terminarían un fin de semana para mas jodernos y, con ello, llegaría el fin del miedo. “Casi na” Yo al menos no he notado ningún cambio y sigo huyendo del mensaje de Albert Rivera que le importa mas España que los españoles con la misma celeridad ante-maya, y el materialismo, hace tiempo que se me volvió utópico por la falta de liquidez. Además, ese día deberíamos optar por desaparecer como especie o evolucionar hacia la integración armónica con el universo.
(Desaparecemos y el Universo por fin, respira a gusto y encima, lo agradece) Al respecto, nadie me preguntó nada. Bueno, sí: Me llamaron del Ayuntamiento por un retraso en el pago en el recibo de la basura y que me negué rotundamente alegando que mis basuras, eran suyas, y me expusieron las alternativas en que me limitaban a pagar o ser embargado dejándome sólo las muchas tonterías que con frecuencia, yo llevo encima. (No aprecié en el apremio municipal ninguna armonía con el universo ni les observe muy armoniosos ellos conmigo)
Me consta que el Gobierno albergaba en su fuero interno -en el externo también, pero no lo admite- grandes esperanzas de que los mayas acertasen y, así, acabar con los graves problemas económicos y sociales que nos fustigan con saña en estos tiempos y contra los que nadie tiene ni puta idea de cómo encararlos. No ha podido ser: El paro seguirá como la flor a regar y conservar. Los chorizos mantendrán sus cuentas secretas acopiadas desde la rapiña, y al campo abierto de los defraudadores no le pondrá puertas ninguna profecía. Éstos, sí que marcan la pauta del futuro, y si toda esa gente truhana se empeña en mantenerse en el robo confortable, es porque saben que les queda mucha más cuerda que unas pocas horas de vida. Son los mejores videntes…, magos en profecías perdurables: Adalides con el poder de sobornar hasta al Apocalipsis
El Gobierno, pues, acaba de perder su oportunidad de pasar a la historia como el único Gabinete capaz de acabar con la crisis y con el plus añadido que nunca jamás le hubiera hecho sombra otro posterior de la misma ralea por lo cual, pienso y deduzco que entre los mayas, había un hijo de puta cachondo despertando ilusiones. Porque, no nos engañemos: No pensar ni por un momento que el cataclismo se hubiera quedado sin testigos. Nada de eso: Alguien hubiera sobrevivido, - tipo Cristóbal Montoro haciendo números por ahí perdido - para gravar lo sucedido; incluso, ya que estamos, me atrevo a pronosticar que otro testigo, sería el Cardenal Rouco Valera cuya longevidad ya es sospechosa y hasta molesta. Una cosa es cierta, demostrada por la experiencia consuetudinaria, sea esto lo que sea (No sé de donde leches la he sacado) mañana revienta el volcán Krakatoa o el Changbaishan y siempre habrá un Carlos Herrera que conectará con los medios para informar de todo al detalle y para no perder costumbre, siempre acorde con su intoxicado prisma: “La culpa es de PODEMOS y tal…
Hasta cabe la posibilidad de que, en este caso, se tratase de nuestro erótico y sensual, Luis de Guindos sin cuestionar las inmensas paridas de sus declaraciones que obnubilan las preclaras mentes de los cuatro Jinetes del Apocalipsis, o a plantar un árbol, que aconsejaba, Martin Luther King. Uno como Erasmus, que vaticinaba que…
- ¡Perdón! Desiderius Erasmus Roterodamus, no vaticinaba nada – me rectifica mi regadera con cierta inquina
- ¡Vaya! ¡Mil disculpas! Ya lo pronosticaba uno que no era Erasmus, obviando su programa educativo, que el fin del mundo, lo adelantábamos nosotros. Mentalidades nacidas del ostracismo que no se resignan a no ser protagonistas y que lo han revestidos de cierto poder, se obsesionan por ser el amo del circo. Concepciones al ego personal que no admite que después de él, el mundo no se paraliza y sería muy difícil encontrar su cauce natural sin su presencia. Esos que intentan acabar con una civilización en su creencia de que el universo se apaga no porque haya desaparecido un dinosaurio que a no dudar, - afortunado bicho - no sabía lo efectivo de las armas nucleares para nuestra extinción dejando a la predicción maya en pañales. Quizás incidiría nuestro final como civilización el hecho de ver al actor, Arturo Fernández, tan refinado, exquisito en su vestimenta y elegante él, saliendo a la calle en camiseta…, no se…
Total, que mucho me temo que el fin del mundo será cuando terminemos de pagar la hipoteca o mis cuñados sigan “vaticinando” su presencia en Navidad. Que la única profecía fiable es la que pronostica los Banqueros y esos sí que no se equivocan: Son hechiceros y gurús mediáticos de la aldea y tribu capitalista con muchos años de experiencia que no contemplan el error de presagiar una cosa y que salga otra…, siempre aciertan. ¡Nunca fallan en sus pronósticos! ¡Y no son Mayas, por lo tanto, más fiables!
Juan Marcelo
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