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Hoy cuando el Sector más inmovilista de la sociedad española, dormida en lo más profundo de las cavernas, aislada de la realidad de una nueva sociedad, pretende que nada cambie, que nada se mueva, por el simple hecho de que ellos no se mueven, Catalunya ha comenzado de forma indiscutible, sin marcha atrás, el proceso de desconexión con el actual Estado español.
Para aquellos que aún dudan de la determinación del pueblo de Catalunya, recordaré que, “alrededor de la una y media de la tarde del 14 de abril de 1931, Lluís Companys, uno de los líderes de Esquerra Republicana de Cataluña, salió al balcón del Ayuntamiento de Barcelona, en la Plaza de San Jaime para proclamar la República e izar la bandera republicana. Una hora después, y desde el mismo balcón, donde ya ondeaba también la bandera de Cataluña, el líder de Esquerra Francesc Macià se dirigió a la multitud concentrada en la plaza y proclamó, en nombre del pueblo de Cataluña, L´Estat Català, que amb tota la cordialitat procurarem integrar a la Federació de Repúbliques Ibèriques. A media tarde Macià de nuevo se dirigía a la multitud pero esta vez desde el balcón de la Diputación de Barcelona, situado enfrente del Ayuntamiento en la misma plaza de San Jaime, para comunicarles que había tomado posesión del gobierno de Cataluña y a continuación firmaba un manifiesto en el palacio de la Diputación en que proclamaba de nuevo el Estat Català bajo la forma de una República Catalana, que pedía a los otros pueblos de España su colaboración para crear una Confederación de Pobles Ibèrics. Una tercera declaración de Macià, por escrito como la segunda, se produjo a última hora de la tarde, cuando se supo que la República había sido proclamada en Madrid y el rey Alfonso XIII abandonaba el país, en la que, después de hacer referencia a los supuestos acuerdos alcanzados en el "Pacto de San Sebastián", se proclamó La República Catalana com Estat integrant de la Federació Ibèrica: Catalanes: Interpretando el sentimiento y los anhelos del pueblo que nos acaba de dar su sufragio, proclamo la República Catalana como Estado integrante de la Federación Ibérica.
De acuerdo con el Presidente de la República española Señor Niceto Alcalá Zamora, con el que hemos ratificado los acuerdos adoptados en el Pacto de San Sebastián, me hago cargo provisionalmente de las funciones de Presidente del Gobierno de Cataluña, esperando que el pueblo español y el catalán expresen cúal es en estos momentos su voluntad...”
Esto que bien puede ser una legítima a aspiración que lleve a la definitiva solución al eterno problema territorial de la actual España, basado en el reconocimiento de las naciones que la componen e invitando a los hermanos portugueses a, tal como ya hizo Macià, a formar parte de una confederación de pueblos ibéricos, puede fracasar otra vez, por la ceguera de un Presidente del Gobierno español, cada vez más enrocado y aislado de la realidad social de la actual España, mientras recibe las alabanza y aplausos de los que le rodean y protegen, no por el bien común de los ciudadanos, sino de la propia supervivencia en los cargos que ostentan, de las prebendas que disfrutan.
Se está perdiendo, si es que no se ha perdido ya, la oportunidad de, a través de un consenso en la reforma constitucional del 78, pactar una solución territorial y administrativa que llevara a la actual forma de Estado, a otra que, solucionado los problemas actuales perdurara en el tiempo, en base al reconocimiento de la verdadera realidad multinacional de la península ibérica.
Problema territorial que la caverna desmiente desde el grito de España una, pero que les recuerdo que, desde el mismo momento en el que los Reyes Católicos incumplieron los tratados por el que la Corona de Granada se incorpora a la Corona de Castilla (Las Capitulaciones de Granada fueron muy ventajosas para Boabdil y sus súbditos, pues estipulaban el perdón para todos los resistentes, el respeto a sus propiedades, leyes, lengua e incluso religión. Sin embargo, poco tiempo más tarde, debido a diversas presiones, todo fue papel mojado y la corona impuso nuevos gravámenes e intentó convertir al cristianismo a los musulmanes) las sublevaciones territoriales entre las que destacamos entre otras muchas las de: Alpujarras. primer intento intenso de independencia, ante las condiciones de vida impuestas por los invasores; Comuneros. Estuvo a punto de salir de Sevilla un contingente muy numeroso, formado por el Duque de Osuna, familiar de Pedro Girón, dirigente militar (Capitán General) de los amotinados.
No pudo salir por acción del Duque de Medina Sidonia, entonces Adelantado Mayor y Gobernador de Sevilla; Declaración de independencia en 1641 (Duque de Medina Sidonia y Marqués de Ayamonte) Que no fracasó “por falta de apoyo popular”, como se ha dicho. Entonces el “apoyo popular” era muy poco significativo en todos los órdenes. Sino porque el Duque quiso levantar al mismo tiempo Andalucía, Cataluña y los Señoríos vascos. Pero fue denunciado cuando volvía de Gernika; Revolución Gloriosa, 1868; Movimiento Juntero (Pavía obliga a besar la frontera a los vencidos, un ejército en formación, todavía sin capacidad militar); Constitución andaluza de 1883, aprobada en Antequera; Cortes de Cádiz y Constitución de 1812; Levantamiento de Las Cabezas, con Rafael del Riego; Rebelión de Arahal-Loja, con Rafael Pérez del Álamo; Movimientos campesinos liberalizadores dirigidos por Fermín Salvochea y una larga e interminable lista de movimientos a favor de recobrar los derechos nacionales, culturales, sociales y económicos de las naciones que conforman la península… nunca dejaron, ni dejaran de producirse.
Lo único que parece ya estar claro en que Catalunya se desconectará del Estado español, o lo que es lo mismo se independizará de forma clara y unilateral. Pero esta vez quizás, y por culpa del referido inmovilismo unionista, no reclame la unidad de los pueblos de la península, si reclamará República Confederal Ibérica, ni pactará nada con el Gobierno de España, solo se irán y…, en Europa nos encontraremos.
Esta ruptura completa con el Estado español no será culpa de la Generalitat, ni del Parlament de Catalunya, ni de ninguno de sus políticos y, ni mucho menos del pueblo catalán, será única y exclusiva responsabilidad del actual Presidente del Gobierno Mariano Rajoy, y porque no decirlo, de la impasible actitud del actual Jefe de Estado Felipe VI, que en vez de jugar un inteligente papel en el cambio de la estructura del Estado español, que incluso hubiese podido llevarlo a un Reino Unido, y de ese modo salvar la Corona de España, ha optado por el tampoco hacer nada.
De tal modo, el próximo 1 de octubre, el pueblo de Catalunya tomará el arma más democrática contra las tiranías que impiden su uso y, desde el legítimo derecho que tienen todos los pueblos a decidir su futuro. Si de ese modo lo deciden, votarán si a un Estado Catalán independiente en forma de República. Volveremos a ver a un Presidente de la Generalitat proclamar la República Catalana, el Estado Catalán, para envidia de los que queremos seguir el camino de la libertad y la independencia.
Solo me queda esperar que el nuevo Estado Catalán en Europa, se acuerde del resto de pueblos de Iberia, y desde su libertad, desde su independencia, nos llame a la solidaridad de los pueblos en torno a la Confederación de Pueblos de Iberia, previo proceso de independencia por las vías democráticas de cada uno ellos. Pero en realidad creo que al final nos veremos todos los territorios como naciones libres dentro de la Unión Europea.
Pedro Ignacio Altamirano
Presidente de la Asamblea Nacional Andaluza
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