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Se nos trataba de convencer que. “Bienaventurados son los pobres porque accederán antes al reino de los Cielos” O sea, que mientras seas pobre, algo tienes seguro para compensar esa carencia que ha embargado tu vida. Algunos, han preferido la riqueza y que el “cielo espere”.
Marta Ferrusola, madre superiora del convento de las Hermanas Bien Calzadas y en posesión de su particular “manuscrito carmesí” - plagiando a Antonio Gala - ya fija un torno para acceder a su figura: Echas unas monedas y tienes acceso a ella. Dotada de cierta filosofía eremita, catalogaba a los andaluces como moros. Todo Convento, se rige por estatus: El Padre Superior que siempre está de viaje. El Hermano Mayor en su celda de recuentos y el hermano Menor de relaciones públicas en las ITV catalanas. Todos unidos en la escolanía del recinto donde exponen sus trapicheos y la segura absolución sin el Padrenuestro o el Ave María de rigor.
Parece ser que rebuscando en la tumba de sus ancestros, encontraron como herencia y en bolsas con el epígrafe de $ y no dudaron en trasladarlos a Andorra como última voluntad del difunto abuelo que no pudieron localizarlo porque se hallaba con su Móvil pero sin “cobertura legal” Cambiaron - por lo inverosímil de la estrategia - y decidieron presentarse como regidores de un Convento. Marta era la Madre superiora de la “Congregación” y pedía con cierta obstinación que le pasara dos “misales” “dos millones” a la “biblioteca del Capellán” (quizá a Jordi Pujol hijo, como tenedor de libros; Oriol, como asesor literario y a Oleguer como responsable de su clasificación) Incógnitas que pasa a esclarecerse y da al traste (¡que rabia!) con mis anteriores deducciones:
El Convento, (que después de que convencidos agnósticos recorrieran los paisajes de la vecina Andorra y analizar sus pisadas) ha sido declarado como Organización Criminal suavizándola como un matriarcado que siempre se interpreta como más entrañable. Parece ser que la cacareada herencia del abuelo/padre Florenci, hacia más bulto en la tumba que el difunto en sí. Se menciona la cifra de 69 millones de euros cuando realmente en la Diada catalana, defendiendo a uno de los suyos, eran muchos menos. Es creíble y datos lo confirman, que en dicho “Monasterio”, solo había 10 cartujos de rezos y transportes diarios: Mercé Girones, antigua esposa del “honorable trincón” que solo se bajaba la capucha para recibir un simple óbolo de 3,71millones de euros. Jordi Pujol Ferrusola, administrador de las lechugas del huerto, 54,4 m/euro. Marta Pujol Ferrrusola, encargada de la Sacristía, 696, 507 m/euros. Joseph Pujol Ferrusola, ideólogo, 3,53 m/euros. Pere Pujol Ferrusola, restaurador de la capilla,711,561 m/euros. Oriol Pujol Ferrusola, propagador y precursor de la fe, 925,256 m/euros. Mireia Pujol Ferrusola, patronato y bendiciones, 757,605 m/euros. Oleguer Pujol Ferrusola, franquicia y exportación bajo exorcismos, 697,41 m/euros. Los dos restantes, Marta Ferrusola í Lladós, como madre superiora y eterna “beata” que en su mística espirituosa, llamaba al director del Banco Andorrano, “mosén” nombre dado a capellanes catalanes. Jordi Pujol í Soley, cuya solera y simpatía; esplendida figura y porte que secundando oraciones y rezos, le eximia de pagar tributos a tales súplicas.
No encuentro nada de extraño que acontecimientos religiosos se asocien a una Mafia bien detallada por Coppola en su trilogía de “El Padrino”. Rodean a esos 10 habitantes del Convento, 70,04 millones de euros de origen desconocido que investigadores del Clan Pujol, ya lo coligan a un “hecho divino” que el Gran Hacedor, en su gran sabiduría, ha tenido la referencia de donárselos quedándose el abuelo Florenci simplemente con sus huesos. (Los entresijos de un Convento, son realmente inescrutables) Su particular Maná y la facultad que tenían de multiplicar en el confesionario los panes y peces para transformarlos en euros sin posibilidad de redenciones. Se sienten poseídos por un don divino (regentan un Convento) así, Marta Ferrusola, la alegría del Convento, pasa de ser presunta y adopta la postura de presuntuosa mientras el “honorable trincón”, con ese halo majestuoso, demuestra que puede sacar un pergamino del sótano (donde asegura no tener previsto a ningún pariente enterrado con herencia) donde puede hundir la Democracia si la pavera es su destino.
Asisto estupefacto, (¡joder con la palabreja! (Deletreo: “soy estúpido de facto” Me gusta más “taparrabos”) y muestro mi malestar cuando han determinado que el cartujo, Jordi Pujol Ferrusola, hayan decidido trasladarlo a la Abadía del Soto del Real. Comparte penitencia con otro monje, Ignacio González, huérfano de abuelo con herencia y que fue Hermano Mayor presidiendo la Comunidad de Madrid. Tenían que haber tenido cierta deferencia con el feligrés Jordi: Cumplir la penitencia impuesta en el Claustro de los Hermanos del Celestial Blanqueo donde él se puede desenvolver a gusto y cumplir la reparación a sus pecadillos de juventud a satisfacción ya que empezó su trayectoria cuando hacia sus votos y no precisamente de castidad sino de cantidad. Confidencial: El Convento, espera con impaciencia que Satanás se jubile.
Juan Marcelo
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