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-Entonces, lo pongo, ¿no?
-Sí. – insiste mi regadera - ¿Qué te cuesta?
-Vale –asiento - Resulta que mi regadera…
-¡¡¡Joder!!! ¡Mal empezamos!- protesta airada.
-Está bien – me moldo en su faceta de pasar inadvertida – “Alguien” me dijo que Siria, nos ha ganado en el País más corrupto del mundo mundial y nos ha relegado al segundo puesto. Patriotas bien reconocidos en la autopista de la corrupción; los que no pagan el peaje, han manifestado su desacuerdo y han propuesto al Ministro del Exterior declarar la guerra a ese País. Argumentan la impotencia generalizada que un vez sometido a nuestro País con corruptela que algunas han resultado hasta agradable y entrañable en el entorno social, viene otro País a usurpar nuestro patrimonio de infracciones sin desconsuelo. Que esas corruptelas, es legendaria en nuestra Nación y que siempre ha sido observado con un pasotismo tanto social como foráneo y que hasta inminentes arqueólogos ya la asocian/coligan al Génesis.
-Cierto; jóvenes españoles – asume el orador de estatura pequeño y bigotito que no va a crear tendencia - hay voces de protestas aireadas por despojos belicosos. Anti patriotas que han olvidado los 13 goles que le metimos a Malta. Gentes que gritan en contra de esa corruptela cuyo lema más visible y sonoro es terminar con una sangría que merma a nuestro País de su pura idiosincrasia abocada a la rufianesca. Gentes que proclaman libertades cuando se dan cuenta de que hemos confeccionado una democracia de saldo en un Cash Converts.
Colectivos que no valoran nuestros esfuerzos en sacarle carisma hasta a las piedras. Se nos dice que el goteo de sinvergüenzas es una catarata que ni los puentes respetan. Que tenemos vía libre a Suiza sumando a patriotas de última generación a los que llamamos/definimos como “Añadidos Colaterales” y nos llaman ladrones sin necesidad de autopsia y que…
-Es que – interrumpió el alumno, Cándido Pardilléz, alzando la mano – Es que tenéis manga ancha hasta el punto de que seguís robando a cara de perro…, o sea; sin expresión. En continua fugas de capitales. Escándalo tras escándalo y no le ponéis coto a esa desbandada de maletines que empobrece nuestro País.
Que el truhan es valorado hasta el punto que idean Leyes para que no les toquen los huevos. No mencionáis el arrepentimiento ni mucho menos el pago penal por los desfalcos. Que hasta al Vermut, le habéis puesto la aceituna de la soberbia. Que robáis en silencio para no hacer ruido lo cual resulta más alevoso. Habéis dejado en zapatillas a uno de los vuestros, santo varón, que dijo que si le votaban para alcalde de su pueblo, promete robar menos que sus antecesores.
- Miren ustedes, jóvenes españoles: Juan Guerra, excelso patriota, ya dijo en su día, que el enriquecimiento personal, no tiene afinidad política. En suma: que ese enriquecimiento no está limitado a componentes de un Partido de Derechas ni de Izquierda. Que cualquiera en este País, (siguiendo fidedignamente sus enseñanza en el apropio ajeno) tiene el derecho a esa riqueza en su rapacidad y reflejada en su Constitución llamada Ratería de Continuación. Pueden acceder a ella, miembros de la realeza y hasta terminar en un humilde/humillante Pocero.
En ese apartado, hay ciertos puntos en considerar: No es lo mismo salvarle el culo a una Princesa real aunque presente facturas falsas ni se entere de las andanzas de su cónyuge que condenar a otro por apropiarse de 67 euros en que solo se puede presentar el. ¿Vamos a condenar a esos banqueros por la usura de ganar un 76% más después de las inyecciones que han recibido del dinero público? ¿Es de recibo sancionar a esos Sindicatos recibiendo ayuda extra en lo económico de la Patronal? ¿Esos ex presidentes autonómicos, secretarios generales, dirigentes de Fundaciones cuya “función” es un tocomocho? ¿Financiaciones ilegales en lo Deportivo? ¿Esos 11.000 millones de euros que van a las alforjas de orondos Santos que Almuerzan que es el sostén espiritual nacional? Miren ustedes, jóvenes españoles: Quien no acate todas estas normativas y procedimientos legales en que se sustenta nuestro País, no ha entendido nada de nuestra idiosincrasia y no merece llamarse español. Hay que acatar, consentir y aplaudir a nuestros compatriotas que se desviven desde tiempo inmemorables de que el Sol de la picaresca no decaiga y aplaudir siempre su práctica. No os dejéis obnubilad por combativos anti-patriotas en su empeño de cambiar lo que está presente. Que es nuestra identidad muy bien considerada y da plena credibilidad a quien nos gobierna que no son otros que los árbitros de la…, UE. (*)
Juan Marcelo
(*) Lapsus del conferenciante.
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