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Los factores que se encuentran detrás de estas periódicas subidas de los precios de la electricidad son siempre los mismos (escasez de agua en los embalses, ausencia de viento o de sol, incrementos del consumo por olas de frío o de calor...). A ello se pueden añadir paradas de algunas centrales nucleares, lo que en este momento se ha producido, pero en Francia, con la consiguiente exportación de electricidad al país vecino. En estas situaciones entran en funcionamiento las centrales de gas, las de mayor coste de producción.
Para CCOO, estas situaciones en un auténtico Mercado Eléctrico en el que se pagara a cada tipo de central su coste real de producción, sólo supondrían un moderado incremento de las tarifas, muy alejado de los niveles actuales. Por el contrario, los consumidores españoles, que ya antes de las últimas subidas tenían que hacer frente a unas facturas de la luz entre las más caras de Europa, deben hacer frente a unos sobreprecios derivados del sistema de fijación de precios mayorista, a lo que viene a sumarse una parte fija de esa factura inflada por la inclusión de diferentes conceptos, muchos de los cuales resultan discutibles.
Este sindicato sólo puede entender el mantenimiento del referido sistema de fijación de precios, en el que toda la electricidad producida se paga a las empresas al precio de la central más cara que haya entrado en el Sistema, con los consiguientes beneficios injustificados para las empresas dueñas de las centrales ya amortizadas y con menores costes, como una muestra del poder de las grandes empresas eléctricas. Se trata de un oligopolio, reforzado por la presencia de expresidentes de Gobierno y ministros en sus consejos de administración, y sólo así podría entenderse el que los sucesivos gobiernos no se hayan atrevido a afrontar una reforma en profundidad del Sistema Eléctrico, empezando por una auditoría de los costes de las eléctricas.
Ante la gravedad de la situación, CCOO cree que la única propuesta del ministro de Industria, Energía y Turismo -mejorar la competencia en el mercado del gas- parece una broma de mal gusto, por lo que insta a que los organismos competentes realicen a la mayor urgencia una investigación que permita depurar si se ha producido alguna maniobra para manipular los precios de la electricidad y, en su caso, se produzcan las correspondientes sanciones.
Por ello, CCOO considera inaplazable que los grupos parlamentarios tomen la iniciativa en una reforma que afronte los problemas reales del Sistema Eléctrico, desde la modificación del tipo de mercado mayorista hasta la actual estructura tarifaria. El mantenimiento de la actual regulación, con precios injustificados de la electricidad y grandes subidas en momentos puntuales, está incidiendo negativamente en la industria, al impactar directamente en sectores básicos para el desarrollo del país, y afecta de lleno al empleo y al crecimiento económico, además de empobrecer todavía más a la ciudadanía e incrementar la pobreza energética.
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