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Mi profesor favorito, Cojonciano Ceropelotéz, solía decirme que: “No hay nada más español, que conseguir las cosas sin esfuerzo” en legendario acercamiento en pensamiento, con su congénere, el ilustre pensador, Don Pichardón Pollardéz, que aseguraba que: “El español, es consciente de sus limitaciones, quizá por ello, las buenas ideas de otros, las hace como propias sin mostrar un visible conato de rubor”
Una vez deprendido de mi Álbum de Cromos de Corruptos Españoles, decidí rememorar las cualidades deportivas de muchos de ellos y confeccionar una Selección de Futbol que represente los valores nacionales. Me puse mano a la obra y saque la conclusión de que si hubiera una Champions choricera, seríamos campeones. A ver quién podía presentar una alineación tan potente como: NOOS´, en la portería, (guardameta que para todo lo que le echen) Como defensas de cuatro en línea, saltarían al campo PALMA ARENA Y ERE de laterales dejando de centrales a BÁRCENAS y BRUGAL. En la “sala de máquinas” tres centrocampistas tales como GURTEL, PALLEROLS y POKEMON asegurando el tiqui-taca. En la delantera, puestos para MERCURIO y BALTAR muy buenos en los dribling y en punta, CAMPEON, propuesto al Balón de Oro.
Sentados en el banquillo, a MALAYA, AGÜES, FAYCAM, INNOVA, RATO, ZAMBRANA, BIELSA…, y a FABRA como portero suplente una vez despojado de su gafas de sol. El uniforme oficial, correría a cargo de CAMPS dada su experiencia en sastre y telas que cortar. La equipación, con eterno contrato, a la Empresa, EL BIGOTES. El sponsor sería la de BANKIA…, el seleccionador, sin duda, el puesto recaería en JORDI PUJOL ayudado en el banquillo por sus hijos.
Esto es en lo referido a la Selección Absoluta. Después tenemos los Sub-21, los Sub-19 y hasta los Sub-17. Todos bien encajados emulando el juego tan vistoso/sugestivo que ejercen en el campo sus mayores. La confección de tales conjuntos bien podría ser que englobara verdaderos crack de la comunicación. Me refiero al intoxicador, CARLOS HERRERA, (desplegando su “visión de juego” en la Cope) JORGE JAVIER VAZQUEZ, en los saques de esquinas donde es tan propenso, EDUARDO INDA, rematando el córner sin saber de dónde viene el balón. FRANCISCO MARHUENDA, desesperado por estar negado ante el gol, CARLOS CUESTA en perpetua comunión teniendo los equipos como masajista a NIEVES HERRERO y como relaciones públicas del equipo, al latifundista, BERTIN OSBORNE…y así, un número infinito de “deportistas futboleros” defendiendo los colores nacionales que no son otros que ese color ocre/amarillento que deprende el oro y que gracias a sus habilidades nada deportivas, besa la mano que les da de comer y hasta se conforman con un empate.
Este mundillo deportivo trasladado a la política, parece ser que hay semejanzas en las acciones. Donde más resalta, son los aplausos ya que el resto de las acciones, son los marketing de las consonancias.
El dribling es un engaño al rival y las promesas, son un engaño al pueblo. El delantero mete un gol tras varios recortes y a los asistentes les meten la goleada del siglo sin necesidad del regateo. Se emplea las estrategias para vencer al rival mientras los observadores del campo ya tiene su valioso sitio a través de las Eléctricas o Consejos de Administración de cualquier Multinacional. Unos dan patadas a un balón y otros simulan el penalty para meterle un gol al Estado del Bienestar. Todo a través de un balón muy consciente y resignado de que lo suyo, es rodar y rodar y a veces, botar/votar.
Un campo de futbol que algunos emplean como coto de caza privado de caraduras esquilmadores. Estos abusos del “balón” se explican mejor cuando un equipo/gobierno deposita su confianza en un sátrapa impuesto sin ahondar en su vida deportiva. Estos 510 imputados que aguardan en el banquillo de reservas sabedores de que una vez salgan al terreno de juego, buscaran la sombra y que se sacrifiquen los demás: Los que no tienen su grupito en los vestuarios. Sonreirán complacidos sin importarle el dorsal que lo identifica. El número que los acredita.
Juan Marcelo
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