De aquella ubicación, fría y gris, un alba prometedora nos despertó y alumbro una Democracia de escaparate que despertaba la ilusión en esos españolitos que olvidaron adquirir a tiempo, los billetes de dicho tren
|
|
|
| PUBLICIDAD
|
Recuerdo a mis españolitos, maletas de cartón aferradas a sus manos. Tristeza en sus rostros y ese humo que desprendía las locomotoras en la Estación de Francia, Atocha y otros embarques ferroviarios. Vías paralelas de lagrimas en las despedidas que había acondicionado un Régimen atroz para que los españoles que no tuvieran” buena voluntad” abandonaran el País.
(Curioso: No se si a algunos os pasa pero cuando desagua en mí estos recuerdos, nunca concuerda con la edad que tengo. Como si hubiera vivido dos vidas paralelas. Debido a ello; aprovechare el momento actual y algún día, contare como mi abuela abanicaba a Cleopatra)
De aquella ubicación, fría y gris, un alba prometedora nos despertó y alumbro una Democracia de escaparate que despertaba la ilusión en esos españolitos que olvidaron adquirir a tiempo, los billetes de dicho tren. Se quedaron y empezaron a ilusionarse: A trabajar para consolidar esa incipiente y temblorosa democracia. Paso el tiempo y ya “estamos listos” aunque soportando esa democracia que se nos ofrece en porciones o en pequeñas dosis.
Estamos listos: Ya pueden venir los que han acondicionados/ajustado esa democracia a vendernos patrañas. Toca de nuevo vender promesas a los entreguistas de votos. Saltan a la palestra, predicadores de antigua usanza trabajando a destajo para no perder el privilegio que ha conseguido sus mentiras. Llega la proximidad de nuevas Elecciones y se disponen a enseñarnos la paja pero guardando el grano. A ganarse la confianza de aquellos a quienes engañaron. Recupera el mudo el habla cual milagro histórico/bíblico y una cumbre de luces se les ofrece para que esa iluminación, salpique hasta la semántica. La palabrería en un discurso, aunque secularmente, resulte más falsa que el tocomocho o el timo de la estampita que el inolvidable Toni Leblanc ejercía con verdadera maestría en su película, “Los tramposos” Pasan con envidiable habilidad del continente al contenido. De aparentar repartir el bien a ocultar el mal. Intentando derrotar un tiempo pasado. Ellos; los del púlpito alfombrado, van a lo suyo; esos que cuando hablan de Democracia, se les dilata las sonrisa a los jerarcas.
-Sería injusto – apunta mi regadera – meter a todos en la misma marmita:
-¿Injusto meter a todos en el mismo caldero? – exclamo frunciendo el ceño; detalle que dicen realza/resalta mi atractivo físico lo cual me obligo a exponerlo con mucha frecuencia -¿Injusto? Resulta irritante observar el día a día y comprobar que no existe limites de alistamiento para engrosar el ejercito de los desvergonzados que amparados en un cargo, no pierden el paso y son bien avenidos al pelotón de los sinvergüenzas. Quizás por eso: no creemos demasiado en los que, tal vez, sean honrados y con vocación de servicio. Es el tono: Esa tonalidad azulada que pringa a quien se arrima. Es una mayoría que han salido del mismo cuartel y hasta el cabo de guardia, aunque resalte otro color, es sospechoso. ¡Son los que nos han dejado recelosos y hasta escaldados! Los escarmentados que acuden a la sentencia; “Que les vote su p…m…”
-¡Ilustrada exaltación! – admite mi regadera.
-¡¡¡Por eso la he hecho!!! A todo esto, nos ha llevado la pataleta/protesta nacida de la impotencia. Que pudiendo ser fuertes, somos eruditos en la aplicación de recortes. En ataques directos a quienes menos culpa tienen contemplando el descalabro del robo sistemático. La fuga de capitales y la ratería como patrimonio nacional. La falta de depuraciones que no interesan para no perder poltrona. A los que piensan que todo el mundo es utilizable. A estos que recorrerán mercados facturando sonrisas de hienas. Besaran a niños que tienen la fortuna de no pisar un comedor infantil y hasta a sus madres contemplando embelesada al “digno” ejemplar. Después nos venderán/ofrecerán mítines llenos de promesas y fantasías a aquellos que no cogieron el tren a tiempo. Aparecerán bochornosos hartazgos de escuchar siempre lo mismo cuando van a hacer todo lo contrario.
Debido a ello, vamos a intentar que la “estación democrática” despeje el intoxicador humo y demos opción a otra democracia donde la participación en la misma, no de apaño a unos cuantos. Comprometidos con depurar ese humo que ya dura 18 años y respirar otro aire que no nos lleve a otro descalabro social. Gente nueva con deseos de cambiar esta sociedad cansada de soportar la miseria en que nos ha metido un agresivo neoliberalismo que desde el 2.007 nos ha puesto un yunque y no hay forma de desprenderse de él. Vamos a apoyar a compatriotas limpios que no tienen nada que ocultar: Jóvenes que no son una nebulosa.
Muchsssso cuidao con nuestro voto el 26-J. Nos jugamos mucho y no estoy dispuesto a pasarme otros cuatro años contemplando como los corruptos me sonríen entre barrotes de plástico y otros que pierden la memoria ante el Juez. Pensemos a quien votamos ya que nuestra predisposición, nos puede llevar no a una urna sino a los Bancos; que son los encargados de hacer el recuento. Votemos en conciencia para que la riqueza del País (la que queda) no se la lleve unos cuantos: la desilusión, se torne en ilusión y la calidad de vida, últimamente olvidada, no haya quedado como testimonial: Como un cuento del pasado.
Juan Marcelo
|
