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Mi profesor favorito, Cojonciano Ceropelotez, en su diáspora por los Night-Club del Sinaí, confesaba que su “parábola” más acertada y expandida, es la euforia que sentía al contemplar a gentes más vieja que él: La embriaguez placentera interior que sentía cuando los demás cumplían años y no podían disimularlos mientras los suyos, los camuflaba con tanto acierto.
Recibo una nota de mi amigo J.L. Fandós, redactor de Aragón/Press, criminalizándome por no acordarme de sus 69 años. En penitencia por el olvido, hace que me estruje las seseras cuando en una visita a la Redacción en Zaragoza, me explico un caso en que tenía que haber publicado “algo” y hábilmente soslaye por carecer de datos. Me manda el caso para que los traslade a nuestros días y me evado de la siempre molesta felicitación compensándolo con la publicación:
Pilarín: (Burgos del Ebro, 2014) Ama de casa con dos hijos en edad escolar. Un marido en paradero desconocido y la impotencia de que nunca puede llenar la cesta de la compra. Lleva mucho tiempo con la nevera vacía sin funcionar reguardando fuera de ella los bocadillos de chopper preparados para sus hijos en la Escuela Municipal.
Precariedad en vida y nula apetencia en almacenar ilusiones. Luces apagadas en su casa por falta de fluido eléctrico. Velas para alumbrarse que asemejan un ritual macabro y esperpéntico con sombras que se muestran y luego desaparecen. Paredes que asemejan televisiones virtuales ya que carece de ella. Mantas para resguardarse del frio o abrir ventanas para protegerse del calor. Una ayuda de 230 euros. Famélica pero terca de que sus huesos mantengan su cuerpo, solo sale a la calle cuando de entera de que en los escaparates de electrodoméstico, hay una televisión encendida enviando imagen de las labores que se hace en el Senado Español.
Tiene verdadera fijación con el Senado Español: Los compara con gentes ociosas que pululan por cualquier pueblo que sin haber pegado un palo al agua en su vida, se jactan de vivir mejor que los demás. Se pregunta qué enseñanzas han recibido esas inactivas personas para disponer de tanto tiempo sin ocupación, manejar unos euros y que no pueden mostrar su vida laboral. Los que siempre tienen algo que contar sin haber vivido nada.
Pilarín, observa detenidamente a través del cristal mientras los Senadores en su lujoso balneario, conversan entretenidamente porque saben que disponen de dos meses para oponer, introducir enmiendas o vetar textos legislativos que le llegan desde el Congreso. Un veto que nunca se produce. Enmiendas que no se les ocurre y su oposición ni las contemplan.
Pilarín se fija en sus caras; en sus gestos. A los que les aplauden y a los que corrompen. Los que suelen mirar fijamente y con agrado a una minoría selecta pero la tuercen por temor a encontrarse con gentes que son una mayoría; las que juntan céntimos para una barra de pan. Pilarín, no puede implorar a través de ese cristal blindado que quiere cambiar la bolsa de alimentos por trabajo. Por un salario digno y justo. Por agua caliente en su casa y un ventilador eléctrico que apague las velas con las que esta iluminando su casa. Pilarin, piensa pedir ayuda y asesoramiento para que le indiquen donde hay que apuntarse para ser Senadora.
No le importa recorrerse a pie toda Zaragoza para gestionar sus deseos de ingresar en la Cámara Alta. Alistarse en una nomina de 266 senadores en que una mayoría de ellos, 212, aseguran que ducharse con agua fría, es beneficioso para la salud aunque sus nominas si las reciben en caliente. Que su quimérica función, si tiene suerte en su ingreso a dicha Cámara, lo del Ámbito Territorial, no es preocupante ya que su pueblo es pequeño y sin grandes novedades. Le han aconsejado que ponga “cara” y no se “arrugue”.
Un hombre, le aconsejo que piense detenidamente que para que esta el Senado sino es para aprobar y ratificar lo que ya está aprobado y ratificado en el Congreso. Que es un paso obligado pero que no despierta ninguna novedad. Que son sillones con estatuas y el amen a todo lo que le llega. Que lo de Territorial, es la capital de la Provincia. Que el Senado es un ente obsoleto. Que es un lujoso cementerio de elefantes. Un refugio de las iras ciudadanas,
Tardaron tiempo en convencer a Pilarín que la cosa no iba por ahí: De su férrea decisión que subir la escalinata de la Cámara Alta dejando ideas y pensamientos nobles en la acera, no cuadraba con su forma de ser y sentir. Que la sociedad todavía se divide por escalones sociales y estratos apuntalados y ella está encuadrada en el primer peldaño de la escalera. Que le costaría mucho ir reptando para llegar a su meseta y una vez conseguido, dormitar tranquilinamente bajo nomina.
Según me informa José Luis, Pilarín, despojada de ilusiones y ya con sus niños trabajando de temporeros mientras ella limpia casas ajenas, va saliendo adelante. Comenta que apretando un botón, puede ver la Televisión. Accionando un mecanismo, el agua caliente fluye y los céntimos de euros ya no le destiñen sus bolsillos. Con poco, pero sin nomina estatal, nota que sus pasos son más seguro. Ha encontrado un buen hombre que la cuida y que curiosamente, fue el que en su día y en ruda fabla maña, le dijo:
-Pilarin: ¡Déjate de hostias! Eres una buena mujer ¿Para qué nos sirve el Senado?
Juan Marcelo
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