...los que ahora, muchos abuelos, reaccionan, lo hacen porque no supieron ser ellos cuando tenían su edad, y les corroe la envidia y su afán de protagonismo
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Ahora ya hay una nueva reacción mucho más álgida y más sibilina que la practicada por el facherío tradicional –los piojos, el beso en la boca, la coleta, las mochilas, etc. La reacción de ahora es la dirigida a Podemos por los plumíferos y voceros cercanos al PSOE, siempre a sus órdenes porque de allí sacaron tajada, lentejas y pesebre para toda la vida. Nada es nuevo. Acordémonos de Guerra y sus alegatos anticomunistas en los mítines y en el propio Congreso. Podemos está en crisis, pues abramos la veda y a disparar a discreción.
Ahora la reacción atiende al sentido de los discursos políticos de los diputados del color morado, pero además a algo más generalista: acusaciones de algo que pasó hace más de cinco o diez años, a si manejan las televisiones a su antojo, a los vínculos con Venezuela, o a las concomitancias con ETA. Ahora, como digo, se atiende al sentido de los discursos, declaraciones o intervenciones políticas en el Congreso, los mítines o a las intervenciones ante la prensa. Todo un cúmulo de comentarios que, simplemente, asquean; mucho más viniendo de personas mayores que se firman como escritores… una vergüenza.
Baste comprar El País y no hay día que no se ridiculicen las palabras de cualquiera de sus líderes , u oír la Cadena SER, por las mañanas y comprobar cómo los comentaristas machacan sin escrúpulos a los jóvenes dirigentes. Qué pasa. Simplemente pasa que los que ahora, muchos abuelos, reaccionan, lo hacen porque no supieron ser ellos cuando tenían su edad, y les corroe la envidia y su afán de protagonismo. Qué pasa. Pasa que han ido cayendo esos voceros y plumíferos en el más espantoso ridículo, y lo único que les arrancan a esos muchachos es un mueca que está entre la sonrisa y el espanto.
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