EL ENREVESADO MUNDO DE LAS MAYÚSCULAS

Y ahora viene el enrevesamiento: qué es un nombre propio, pues aquel que se refiere a algo que no puede ser otro, a un individuo

No lo es tanto si prestamos un poco de atención y nos quitamos de la cabeza que todo lo que puede parecer importante para nosotros ha de ir con letra mayúscula. Había en este caso un rector de la Universidad de Almería que escribía artículos no sé si en la prensa o en la Red –veis que he hecho varios usos con ‘rector’, universidad’ y ‘Red’ que pueden ser susceptibles de comentario- y cuando se refería a palabras que él consideraba importantes las ponía con mayúscula; así, ‘libertad’, ‘democracia’, ‘justicia’, etc. Y, claro, no venía a cuento y daba el cante a la propia vista, como me pasó a mí el otro día al leer una placa conmemorativa en la casa donde nació el maestro Padilla (calle Gabriel Callejón), en la que decía no sé qué de la ‘Música almeriense…’. Esta falta no hubiera sido posible si el marmolista hubiera sabido la regla de oro del uso de las letras mayúsculas y es que sólo van en mayúscula los nombres propios.

Y ahora viene el enrevesamiento: qué es un nombre propio, pues aquel que se refiere a algo que no puede ser otro, a un individuo –esto desde el punto de vista lógico; y desde el punto de vista gramatical es aquel que se refiere a algo irrepetible. La música tiene un universo de discurso más amplio que el de Almería, por eso hay muchas músicas. Sucede lo mismo con la palabra ‘universidad’, hay muchas universidades, pero al haber una que es la de Almería, cuando ambas palabras van juntas se refieren a un algo, y entonces ambas van con mayúscula -> ‘Universidad de Almería’. Diréis que si esto es así hay una música que podríamos catalogar como almeriense. Sí, pero a tenor de hablar de ella, pero no como algo que exista y no pueda ser otra, como le pasa a la Universidad de Almería, que es propia porque no puede ser otra.

Lo dicho, sólo los nombres propios se escriben con mayúscula, y son propios aquellos que sólo se refieren a algo que no puede ser otro, sólo es él; ese algo es él, y no otro.

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