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Fran García
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Con el presente título he querido hacer referencia a un problema del que, en mi experiencia, no he visto alusión alguna al respecto, si bien estamos hablando de algo que es relativamente frecuente (por no decir “bastante”) en el mundo de las artes, en general, sin incluir a personas que están a punto de examinarse del carnet de conducir, Universidad, etc, etc.
Pero centrémonos en el ámbito de la interpretación teatral y cinematográfica que, aparte, es mi hobby, segundo trabajo como tal, y pasión indiscutible.
Cierto es que podría extenderme “muchísimo”, demasiado, con este tema totalmente curioso e interesante.
El uso de fármacos de diferente índole, sin entrar en la drogadicción como tal que también existe, es cada vez más habitual en aquellas personas que se adentran en estas dos artes.
Sí, de hecho, son ya bastantes las personas que, como sanitario, me han venido con preguntas del tipo “¿Existe realmente alguna pastilla-milagro para pasar el sofocón del escenario/rodaje?”, “¿Sabes de algo que me mantenga como si nada delante de la cámara?”...
Lo intentaré resumir en breves líneas:
El actor que quiera ser medianamente profesional ha de “dejarse llevar” o, lo que es lo mismo, “fluir”. El actor debe ser parte de esa corriente vital, sin miedo y sin prejuicios. Por otro lado, el actor precisa “sensibilidad”; un requisito que debe acompañarlo desde el comienzo, es decir, la capacidad de sentir lo que está fuera de nosotros, pero también lo que está ocurriendo dentro. Es básicamente “tocar la vida con todos y cada uno de los sentidos”. Por supuesto, hay que añadir el factor “control” que sería, en resumidas cuentas, la acción voluntaria de la mecánica corporal.
Sabido esto, detengámonos un momento para pensar qué podría producir en nuestro cuerpo y mente (ambos componentes vitales) un medicamento como el “Sumial” (Propanolol) que básicamente disminuye la tensión arterial y el pulso, entre otros factores; medicamento que incluso puede llegar a producirte un síncope o desmayo a altas dosis; o el diazepam o alprazolam mismamente…dos fármacos ansiolíticos que pueden producir desde somnolencia hasta confusión y que, encima, producen dependencia, tolerancia y abstinencia. Como veis “nada bueno”, en resumen y en términos coloquiales.
Es decir, que sería algo parecido a lo que, igualmente, le puede ocurrir al actor ante rodajes en los que gobierne la improvisación (a cascoporro), si es que accede a ellos por inercia, duda, desconocimiento o por cualquier otro motivo.
¿Qué intérprete no ha pasado o no podrá pasar por estas situaciones en la actualidad? Yo mismo me pongo de ejemplo si hace falta, y quizá sea de lo poco que me ha llegado a producir fuertes dolores de cabeza en mi historial artístico hasta ahora.
Al final, el intérprete es quien puede llegar a sentirse perdido; aturdido; embotado; mermado; “como un adulto que, de pronto, tiene que volver tórpidamente a circular en patines para llegar a su meta, aun sabiendo conducir un coche o llegando a pilotar hasta un avión a reacción para ello”.
A fin de cuentas, ¿quién es el que se sentirá verdaderamente perjudicado a pesar de todo? El actor/actriz.
Por ello, de inicio, personal y profesionalmente desaconsejo el consumo de cualquier tipo de medicamento para estos casos. Ni qué decir que precisarían de prescripción/receta pese a que algunos los dispensen sin ella.
Así pues, si después de realizar más y más exposiciones en talleres o clases magistrales de interpretación, realmente te ves con la necesidad de tratamiento, lo primero que has de hacer es dejarte asesorar por un psicólogo o terapeuta emocional para que te trate tus “miedos” desde la base. Ellos te ofrecerán y/o te derivarán para tu mejor “remedio”. Debes saber que es un "tema" de lo más habitual, incluso en reconocidos actores/actrices como Leonardo Dicaprio, Scarlett Johansson, Cameron Díaz, Salma Hayek, así como un largo etcétera.
Ya lo decía, mismamente, la primera persona que comenzó a aconsejarme en este mundillo: “si te lanzas, que sea al natural …sin aditivos…y, como mínimo, previo plan de rodaje y guión elaborados en mano".
Fran García (Enfermero y Actor)
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