Viernes, 19 de Abril 2024
 Localidad:  
 Comarca:  
Alquiler de Habitaciones en el Cabo de Gata

Opinión - Juan Marcelo
(La Regadera) - 26/07/2015

EL PRESAGIO

Gema Marcelo

Almeria 24h
Compartir en Facebook


EL PRESAGIO


PUBLICIDAD

Me doy cuenta al instante, cuando los cables de mi cerebro se convulsionan. Cuando chocan unos con otro, convulsiona mi raciocinio, y chasquean sin cinta aislante que los proteja. Ese arco-iris de cabos y sirgas en mi cabeza que hacen mella en mi comportamiento habitual cuando contemplo una injusticia. Ese corto-circuito mental que me hace rebelarme para detener a que se cometa tal ilegalidad. Ni el daño físico ni lo conveniente, me impide intervenir. A “tajo parejo” (versión de mi padre) y “la conciencia en bandolera”
El trajinar diario, dispone de una apacible pausa llamada subconsciente.

Pues bien: Parece ser que ese subconsciente también se “chasqueo” fiscalizando mi necesario relax a salirse del contexto placentero.
Nunca he entremezclado mi quehacer diario con ensueños cotidianos pero ese día…

Ese día, la jornada se había hecho larga y tediosa:Echaba de menos otras jornadas donde la misma implicaba anécdotas divertidas u otras circunstancias amenas y agradables que hacia que tu trabajo se rodeara de alicientes prometedores para que esas obligaciones laborales enriquecieran tu ego y emprendieras los días sucesivos con más ahínco e ilusiones.

Pero no: Levaba varios días inmersos en un mal augurio, una corazonada, un acontecimiento premonitorio que deseaba disipar de mi mente pero no había forma. Un malestar interior derrotista que hacia que mis relaciones con los demás se fueran truncando, esquivando saludos y soslayando esa cordialidad y buen rollo que siempre me ha caracterizado para mis conocidos y amigos. En mi consciente, reinaba cierta confusión que iba mediatizando mi actitud social y condicionando mi comportamiento habitual. Ese presagio ocupaba mi mente y no había forma de olvidarlo, alejarlo o desembarazarme de el. Suplicaba, rogaba y pedía con todo fervor al Dios de los Sumerios, Sumando, que atajara el infeliz desenlace. Que no sucediera. Que lo que era una simple intuición febril e imaginaria, no podía hacerla realidad.
Aparque el autocar en el garaje y me dispuse a encaminarme hacia mi casa. Una ducha reconfortable con la intención y esperanza de evadirme de mis nefastos pensamientos. Una fugaz cena y merecido descanso en mi confortable cama.

Una vez instalada en la misma, apele a mi costumbre de leer antes de dormir: Me propuse terminar el libro del profesor favorito de mi padre, Cojonciano Ceropelotez, en su tratado de “Metamorfosis de un político de derechas” y caí en un dulce sopor sin terminar la pagina 176 de las 465 que constaba el volumen.
Minutos después, me encontraba sumida en el llamado primer sueño y todo transcurría con cierta normalidad…Sin embargo…
Sin embargo; una conmoción: Una angustia impregnada de cierto sobresalto me despertó e instintivamente mis ojos se dirigieron hacia el pasillo. No la podría definir como una sombra. (Una oscuridad propia de un pasillo largo y estrecho que desembocaba en mi habitación iniciando su estructura en la sala principal de mi casa) Era una figura que supuse humana en fase o proceso de construcción.
Me incline sobre la cama en un intento desesperado de saber o conocer quien o que era ese ser que pausada y cansinamente se acercaba hacia mí.
Sudorosa y alarmada. Trémula y jadeante, mi vista no se apartaba del oscuro pasillo.

Una voz interior me pregunto intrigado que era esto. Yo le conteste que era un oscuro y largo pasillo. La voz interior desapareció con un ¡Ya…! y el eco se fue alejando de mi mente extraviada hasta desaparecer
Mientras, esforzaba mi vista para poder distinguir e identificar esa entidad que ya iba tomando forma según acortaba sus pasos hacia mí. La garganta seca que me impedía articular palabra mientras los sonidos de mi corazón cada vez se volvía más estridente.
Esa tétrica figura se iba haciendo cada vez más visible según avanzaba hacia la puerta de mi habitación. Solo era perceptible el sonido de mi angustia, jadeo y el tic-tac de mi corazón convertido en un gong chino. Que me golpeaba el pecho con mas insistencia; mas insoportable, haciendo poco apreciable esos pasos de ese ente que ya estaba a escasos metros de mi cama. Entonces, lo pude evaluar con cierta nitidez.
Se trataba de un hombre de unos sesenta años. Alto, desgarbado luciendo una media barba encanecida .Este hombre, era portador de un voluminoso libro.
Aterrada, observe su aviesa sonrisa mientras me ofrecía el citado tomo.

Un cúmulo de sensaciones contradictoria se afianzaba en mi mente. Navegando entre el terror y la resignación; el desespero y la pasividad. Como esperando ese momento premonitorio. Claudique mi mente y alma ya que estaba segura que tarde o temprano tenía que llegar. Sabia que llegaría el momento pero no lo esperaba tan pronto.

Recliné de nuevo mi cabeza sobre la almohada y pensé en lo trágico del destino.

Que podría ser un mal sueño o no, pero la falaz corazonada seguía vigente y aquí constaba los resultados.

Ese presagio: el motivo de mi desazón; de mí sin vivir. El culpable de mis pesadillas y desdichas, se hallaba junto a mi cama en la penumbra de mi habitación con ese voluminoso libro decorando su imagen con pose insolente y destellando una bien estudiada y sarcástica sonrisa. Ya se hallaba ante mí la presencia de tantos sufrimientos y zozobras. De tantas pesadillas que condicionaba y mediatizaba mi vida.

Si: Era…¡¡¡Mariano Rajoy y su Plan Estratégico de cara a las Elecciones Generales!!!




21/07/2015 - .Carboneras - El mundo y la humanidad


19/07/2015 - .Carboneras - VIVIR DEL CUENTO


17/07/2015 - .Carboneras - La importancia de la Historia


12/07/2015 - .Carboneras - MACHISMO Y FEMINISMO




Junta de Andalucía NextGenerationEU Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia
 Almeria 24h adaptado a problemas de visión  Almeria 24h para dispositivos Móviles  Seguir a Almeria24h en Twitter  Almeria 24h en Facebook  RSS de Almeria 24h