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Ser un gran bebedor de alcohol no es sinónimo de alcoholismo como sugiere la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas y Salud realizada en USA en una muestra de 138.100 adultos americanos y dos españolitos, votantes del PP, que fueron pillados “in fraganti” con una botella del Tío Pepe
De hecho, estos investigadores de la ENCDYC (curioso que las siglas terminen en DYC, Destilería y Crianza de un Whisky tan español) afirman que la mayoría de los individuos que beben demasiado no son adictos y que pueden dejar el malsano hábito con fuerza de voluntad. (Algunos, con poca fuerza de esa voluntad, preguntaron con cierta alarma si había vida después de intentar dejar el alcohol)
Etiquetan al “gran bebedor” al hombre que se toma cinco o mas copas de una sentada o quince a lo largo de ese mismo periodo de tiempo. Para las mujeres, se reduce la dosis a cuatro y ocho tragos. (No especifica el volumen de dichos tragos ni exponen la delicadeza que al tratarse de féminas, la correcta definición seria “traguitos”)
El resultado de la encuestas fue que el 49% encajaba en la definición de no confundir la luz de una farola con la de su casa pero si aseguran que solo el 10% eran alcohólicos.
Hago el consiguiente cálculo de esta enrevesada encuesta y sin beberme una copa, observo que me falta me falta un 41%. Deduzco que: o estaban durmiendo la “mona” y todavía no se habían despertado de los vapores etílicos o simplemente que el otro grupo, no tuvieran todavía “sus morritos” calientes y estuvieran “entonándose”
Afirman estos investigadores avisando que beber alcohol varias veces a la semana, triplica el riesgo de muerte por ictus ya que el alcohol, destruye las neuronas. Neuronas que –asevera la encuesta – esta en riesgo de emigrar de la cabeza de cierta clase de políticos que tienen los Gin-Tonic muy accesibles.
La verdad es que dudo muy mucho de estas encuestas. Ha habido grandes escritores. Dramaturgos. Pensadores, Pintores de renombre que acudían a la botella como formula de inspiración. Grandes ensayistas y ex-teroreros del PP en pleno éxtasis. Ejemplo: Mi admirado columnista Manolo Alcántara, es eterno precursor de que la Ginebra Larios no pierda su acreditada fama.
- Tú mismo – exclama mi regadera con cierta indolencia mientras intenta desatorar su agujero nº 3 – que si ser un portento intelectual, tienes a tu musa Ruavieja (Licor de Hierbas de 30% de alcohol) a la que acudes cuando pierdes la brújula de tus escritos.
- ¡¡¡Gracias por tu indiscreción…!!! – le vocifero mientras como consecuencia de mi enojo, le tapo el retrato de Alfonso Rus en bañador y pongo en su lugar a Rita Barbera en pijama. - Yo me refería – le explico ya mas calmado – si es viable hacer una encuesta sobre lo pernicioso del alcohol o atiborrarse de el antes de celebrar unas Elecciones con la típica euforia de prever ganarlas o después de la misma al sufrir un sonoro batacazo.
Si es conveniente hacer el brindis con embriagador optimismo o emborracharse después en pleno desconsuelo. Hacer una fiesta el día anterior a esas Elecciones o celebrar una fúnebre homilía pasadas las mismas en una barra fija.
Borrachera inédita y aleccionadora es la que se “pego” Luis Bárcenas cuando fue nombrado Experto en Corrupción. La “mona” perenne de Esperanza Aguirre cuando tiene que rectificar lo dicho hace 24 horas. Alcohólico en grado sumo es la de Diego Paños de Ciudadanos pidiendo perdón por declaraciones hechas en plena campaña. Vapores etílicos rondando su cabeza es la de Esperanza Oña, (Vicepresidenta del Parlamento Andaluz) comparando el ascenso de PODEMOS y Pablo Iglesias con Hitler después de ganar las Elecciones en Alemania. En plena resaca, no tuvo en cuenta de que Hitler, nunca gano unas Elecciones.
La garrafa americana y el tintorro español. Encuesta a la “americana” obviando el porrón hispano. La CIA americana con reminiscencia de la Ley Seca y la TIA de Mortadelo y Filemon empeñados en que el clarete ibero no se les suba a las mentes de los que nos gobiernan. Los que hacen barra libre con el Presupuesto Nacional y encima les sobra para embriagar con promesas, ofertas y ofrendas a la población.
La mirada de un beodo a plena satisfacción, siempre es enternecedora. Su sonrisa y condescendencia es legendaria. Admite replica sin sobresaltos y es muy dado al dialogo pasivo. Movimientos corporales acompasados aunque siempre buscando un apoyo por posible caída. No admite su estado y eso le hace ser complaciente con todo lo que le proponga. No mienten ni tratan de ocultar nada ya que cuando el vino entra, echa los secretos fuera.
Invitar a vino, cerveza y paella. Clavelitos rojos. Mecheros, llaveros, camisetas en Campaña Electorales, es cierto que suscita cierto apego a esa Formación debido a que cuentan con recursos suficiente para incitar a la población de lo que promete, es factible ya que recursos, no les va a faltar. Si encima, a esos posibles votantes les llega el olor de esas cervezas y tapas que el Candidato ha tenido sumo cuidado en confeccionar antes que su discurso, puede ser tentador. La indigestión, puede venir después: Cuando carezcan de esas viandas tanto liquidad como sólidas y ven con desespero que solo le quedan las promesas. Que los clavelitos rojos se han marchitado. El mechero ya no tiene gas y la camiseta la emplean como trapo de cocina.
Una encuesta sobre el alcoholismo ibérico antes de unas Elecciones, seria deseable.
Juan Marcelo
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