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Eloisa Cabrera
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Forma parte del saber popular aquello que refrenda que "desde que se inventaron las excusas se acabaron los pretextos", a lo que debo añadir, que en política tanto de excusas como de pretextos ya están cansados nuestros ciudadanos. Y están cansados de cuantos paladines de la palabra toman el verbo para intentar, solo intentar, justificar el olvido y la marginación a la que se somete desde Sevilla a Roquetas de Mar.
El último capítulo que estamos soportando es el referente al Plan Andaluz de la Bicicleta. Un Plan que se olvidó del municipio con más carriles bici de la provincia, al que no se le dedicó estudio específico alguno, al que se le concede de forma marginal un vértice del carril que llega a la Mojonera, y al que convive con la negativa constante de cuantas alegaciones de mejora se realizan para completarlo y enriquecerlo.
Confrontación con administraciones, dicen algunos que estamos buscando. Si hay un Ayuntamiento que en toda Andalucia tiende la mano, es el de Roquetas de Mar en cuantos asuntos importan a nuestros ciudadanos, sin mirar colores políticos y soportando en nuestra responsabilidad el bien común. Sin embargo, otros más que servidores públicos parecen demagogos que pretenden justificar la inoperancia de los miembros de su partido en el Gobierno, con mociones que confundan a una ciudadanía, cada vez más conocedora de aquellos que hablan sin actuar, aquellos que buscan la foto en una losa que se acaba de partir o de una bombilla que necesariamente debe fundirse para poder cambiarse.
No. Eso no es confrontación institucional, ni tan siquiera política, eso es simplemente estar más pendiente de cuanto te publican que de ayudar a solventar los pequeños problemas que de forma habitual deben acometerse en el mantenimiento de la ciudad.
¿Hablamos del Plan Andaluz de la Bicicleta? El Ayuntamiento ha presentado 14 alegaciones, mientras la Consejería de Fomento no ha admitido ni una sola. Presentó IU una moción a Pleno para la realización del carril bici de Playa Serena que ya había solicitado el Consistorio hace años, y que hemos vuelto a reiterar en las alegaciones presentadas. Y entonces, sus compañeros dicen, no. Presenta el Ayuntamiento un carril bici que una Marinas y Solanillo, al que con la verborrea típica de un vendedor de humo se atribuyen desde la coalición. Sus compañeros dicen, no. Se solicita un necesario estudio concienzudo con todas nuestras necesidades. Desde Sevilla se dice, no. ¿Y es el Ayuntamiento quién busca la confrontación política? No obstante, nosotros seguiremos tendiendo la mano al acuerdo y la lealtad institucional, que todavía no han demostrado.
Estamos viviendo una etapa en que se demuestra a las claras que algunos lo de gobernar les llama bastante más que hacer una Oposición colaboradora y constructiva. Y es que, incluso, hacen ver a la prensa que tienen un parecer contrario al de sus compañeros en la Junta; no sé si pensar, qué es para que vean en Sevilla quién de verdad debía estar como Delegado de Fomento en Almería y, así, ganar fuerza en un partido en el que se demuestra que los roqueteros tienen escasa influencia, o en cambio, por intentar salvarse la cara ante unos ciudadanos que en Roquetas le piden explicaciones de la nula inversión de la consejería, que IU gobierna, en Roquetas de Mar.
El Plan de la Bicicleta hubiese sido una extraordinaria oportunidad para reivindicarse con ellos mismos; para ofrecer a la localidad que los eligió un proyecto beneficioso y positivo; para demostrar que tienen algo de influencia en las decisiones de sus compañeros; para colaborar en el desarrollo y crecimiento de Roquetas; para demostrar que, aunque para ellos lo más importante sea primero criticar en la prensa y vender una imagen negativa de su municipio para luego preguntar a los técnicos municipales con su irresponsabilidad característica, todavía, a los más crédulos, nos quedaba la esperanza de un cambio para contribuir a incrementar la calidad de vida de todos los que vivimos en Roquetas de Mar. Pero, desgraciadamente, el Plan Andaluz de la Bicicleta, ha sacado lo peor de la política destructiva e insolidaria de éstos paladines, siendo una vez más, otra oportunidad perdida.
Eloisa Cabrera
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